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El movimiento sindical nicaragüense rechaza los enfrentamientos que ocasionan muerte y destrucción, llamamos al diálogo para la estabilidad, expresó este miércoles en La Habana Miguel Ruiz Estrada, presidente de la Confederación Sindical de Trabajadores “José Benito Escobar” (CST-JBE), de Nicaragua.
Durante su intervención en el Encuentro Internacional de Solidaridad, que tiene lugar en el capitalino Palacio de Convenciones, el dirigente sandinista explicó que su nación “se ve amenazada hoy por el imperio más poderoso del mundo, utilizando como instrumento a sus lacayos de siempre, quienes no toleran el desarrollo en armonía de los países progresistas. Están impulsando y ejecutando un golpe suave”.
Ruiz indicó que esta crisis se ha manifestado anteriormente en otros territorios de la región, como Honduras, que terminó en un golpe de Estado; Guatemala, donde se persigue a líderes sociales, tal es el caso de Julia Amparo Lotán, vicepresidenta de la Federación Sindical Mundial; y Venezuela, donde las guarimbas se convirtieron en una expresión del terror sembrado por la derecha.
Ante esta situación, tenemos que trabajar en la unidad del movimiento sindical y social en todos nuestros continentes, fortalecer los espacios de integración, y reivindicar nuevos modelos de desarrollo socio-político, diferentes al capitalismo salvaje, subrayó.
El líder recordó los avances de su país en los últimos años, durante el Gobierno de Daniel Ortega: “Recuperamos la salud y la educación gratuita, gozamos de obras sociales, se ha reducido la extrema pobreza de un 30 a un 5 %, y el crecimiento económico sostenido en los últimos ocho años ha sido del 4,5 %”, precisó.
Miguel Ruiz Estrada llamó a cerrar filas y a potenciar la solidaridad internacional como una pieza clave en el escenario actual.
El llamado a la tranquilidad y al diálogo entre diferentes sectores de la sociedad nicaragüense se ha impuesto tras los sucesos de violencia iniciados el pasado 18 de abril, acciones que provocaron actos de vandalismo que arrojaron varias decenas de heridos y fallecidos. El detonante de los sucesos fueron unas reformas al seguro social propuestas por el Ejecutivo y que finalmente se derogaron.
Según reportes de prensa, el presidente Daniel Ortega agradeció la contribución de la Conferencia Episcopal como mediadora y testigo del Proceso de paz.
“Nuestro compromiso es con todos los fallecidos en las diferentes contiendas que ha vivido nuestra patria, refirió el mandatario en un acto efectuado en Managua a propósito de las celebraciones por el Primero de Mayo, con (…) los estudiantes, trabajadores, y policías que murieron en los recientes enfrentamientos”, y reiteró el llamado para que en Nicaragua prevalezca la paz y el amor.
Pese a la aceptación en la sociedad, persisten protestas en algunas ciudades, las cuales son financiadas por grupos políticos de la derecha, conforme a denuncias del Gobierno, a lo cual se suma la intensa campaña de desinformación y manipulación que tiene lugar en las redes sociales y que ha sido replicada por medios de comunicación que buscan exacerbar las tensiones.
