En el reciente encuentro de la Tertulia de Literatura y Artes Plásticas, en ese lugar paradisíaco que es la Casa Museo Hurón Azul —otrora residencia del emblemático pintor Carlos Enríquez—, se constituyó una nueva Filial del Grupo Ala Décima, por iniciativa del poeta y profesor Roberto Manzano y de su compañera en la vida y las letras, la poetisa Reyna Esperanza Cruz, quien fundó y conduce la referida cita artístico-literaria.
El nuevo colectivo aladecimero lleva por nombre Jesús del Monte —que históricamente identificó a la actual Calzada de 10 de Octubre— y a él pertenecen desde ahora los miembros del referido Grupo residentes en dos municipios atravesados por esa vía: Arroyo Naranjo (Reyna, Manzano y Tony Borrego) y Diez de Octubre (Ada Isabel Machín, Roly Ávalos y Jesús Sama).
Para presidir la Filial fue elegida la poetisa Reyna Esperanza Cruz, en cuya persona —apuntó Manzano— se produce una hermosa síntesis, pues fue en su hogar de Puerto Padre, Las Tunas, donde el relevante poeta Renael González Batista fundó, en febrero de 1993, el Grupo Espinel-Cucalambé, reconocido por todos como la colectividad iniciadora del actual movimiento agrupacional decimístico cubano.
Otros asiduos de la tertulia manifestaron su interés de aspirar a la membresía en Ala Décima, entre ellos el poeta Jorge García Prieto, a quien la agrupación felicitó por su reciente Premio Francisco Riverón Hernández.
Reflexiones en torno al momento actual del proceso de revitalización de la décima escrita cubana y su vida literaria, expresada esta última en la existencia de más de una decena de agrupamientos en todo el país y de una labor fraternalmente articulada entre ellos, matizaron el intercambio, que posteriormente se aderezó con lecturas de poemas.
Un pasaje de especial deleite lo constituyó la lectura de una pieza teatral en décimas, titulada Los bolsillos del alma, de la autoría de Alexander Besú, presidente de la Filial provincial de Ala Décima en Granma, escenificada por Reyna y Manzano, y que dio pie a que este último expusiera sueños de la recién nacida Filial, en el sentido, entre otros posibles empeños, del rescate de la llamada poesía de cordel, que recoge experiencias de poetas populares de otras latitudes latinoamericanas, y que posibilitaría la difusión, en sencillas ediciones manufacturadas, de obras de autores diversos, bajo el sello que ya se vislumbra como Colección El Chayote.
El fraternal concilio, que contó con el apoyo de especialistas de la Casa Museo Hurón Azul como Aramís Cué y Caridad Rivera, concluyó con una simpática improvisación de saludo al nacimiento de la nueva Filial, por uno de sus miembros, el joven poeta Rolando Ávalos Díaz, escritor, repentista y editor, merecedor este año del Premio Ala Décima.
Este momento fundacional está comprendido dentro de las acciones que la Asociación de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) viene realizando en la perspectiva del 22 Festival Internacional de Poesía de La Habana, dedicado a la poesía oral y popular y programado del 28 de mayo al 3 de junio en la capital cubana. Acciones como esta fueron antes, entre otras, el Foro de literatura y medios digitales y el evento La décima apuesta, ambos realizados, en marzo y abril respectivamente, en la Sala Villena de la Uneac.