La coctelería* cubana forma parte de nuestra rica y diversa cultura. Infinidad de barmans del patio han obtenido importantes premios nacionales e internacionales en acreditados concursos, en los que el ron Habana Club ha adquirido protagonismo, fundamentalmente a través de los tres tragos estrellas que nos identifican en cada confín del mundo: el Mojito, el Daiquirí y el Cuba Libre; y de otros muchos que igualmente gozan de prestigio universal, como: Ron Collins, Cubanito, Saoco, Presidente, Mulata y Mary Pickford.
Pero en esta ocasión no voy a referirme a la elaboración de los refrescantes líquidos; sino a uno de los más distinguidos maestros del arte del estudio y la práctica de la relación entre las bebidas, las frutas, las flores, las hierbas, los helados, y cualquier otro ingrediente comestible que pueda ser transformado en brebaje por distintos métodos de preparación.
Se trata del pinareño Carlos Orlando Suárez García (Sábalo, Guanes, 1956), nombrado por todos Muñeca, quien durante cinco años consecutivos se mantuvo entre los tres primeros barmans del país; además de ser acreedor de varios lauros nacionales e internacionales. +
El también vicepresidente de la Asociación Nacional de Cantineros en el occidente, actualmente ejerce esta especialidad en el criollo y acogedor restaurante El Bacanal; y se desempeña como maître en ese lugar que se inserta dentro del Proyecto Cultural de Desarrollo Local Fidias.
Amén de la variedad, belleza y calidad de las producciones artísticas que se realizan en ese sitio, bajo la dirección del reconocido artífice Pedro Alberto Luaces, Pedrito, igualmente se presta especial atención al rescate de numerosos platos de la cocina tradicional, así como a la reivindicación y promoción de lo mejor de la coctelería criolla, detrás de la cual existen infinidad de anécdotas, personajes y remembranzas.
“Nuestra Asociación tiene entre sus objetivos eliminar el alcoholismo en los jóvenes. Existen muchos tipos de cocteles que poseen pocos niveles de alcohol, o ninguno, y son exquisitos. Asimismo nos hemos propuesto formar profesionales con conocimiento, cultura y capacidad”, expresó el atento especialista quien aseguró que existe una armonía excelente entre los trabajadores y los directivos de Fidias. “Aquí —agregó— nunca me han rechazado una idea, por el contrario, me permiten llevarlas a cabo, y transmitirles a las nuevas generaciones mis experiencias. Esto no lo había logrado nunca antes”.
Graduado de las escuelas de Hotelería y Turismo, provincial (Pinar del Río, 1976) y nacional (Hotel Sevilla, La Habana, 1978), Muñeca aconseja a los muchachos que se decidan por este oficio que aprendan a distinguirse como “verdaderos profesionales, que no beban alcohol.
Quien está detrás de un bar está propenso a convertirse en adicto, y para cualquier cliente es desagradable que un barman tenga aliento etílico”, puntualizó. Añadió que ya en tránsito por la sexta década de vida, jamás deja de estudiar, “porque los bares están en constante evolución, las mezclas de los distintos cocteles van cambiando en todo el mundo, y surgen nuevas bebidas.
En Pinar del Río estamos haciendo estudios e investigaciones para lograr nuevos tragos, tanto para los niños como para los adolescentes, los jóvenes y los adultos, y ninguno de estos con alcohol. También dedicamos esmerado cuidado a las decoraciones, los aromas y los sabores, tratando de relacionarlos con el entorno”. Como parte del extenso programa de orientación y formación cultural del Proyecto Fidias, este maestro imparte allí un taller sobre cantina, el cual cuenta con una gran cantidad de seguidores.
Con más de 25 años de experiencia, el barman pinareño ha dejado su impronta en prestigiosas instalaciones de esa provincia, entre estas los hoteles Pinar del Río, Los Jazmines (Viñales), El Globo y Cayo Levisa, además de los centros nocturnos Super Word y El Criollo, y el restaurante La Casona. Fue profesor de la Escuela provincial de Hotelería y Turismo, y ganador del título de Barman más técnico en la Copa de la Amistad Panamericana, donde compitió junto a otros 20 colegas.
* La confección de la coctelería está basada principalmente en ingredientes bases (no licores), entre estos café, huevo, leche, limón, cerveza y nuez moscada.