NEOM, ciudad del futuro

Por Juan Dufflar Amel y Yimel Díaz Malmierca

El lanzamiento en octubre pasado del proyecto NEOM por su Alteza Real, el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman bin Abdulaziz Al Saud, vicepresidente del Consejo de Ministros de Arabia Saudita, es considerado la apertura a una nueva era de transformaciones económicas, comerciales y sociales en el Reino.

Entre los objetivos fundamentales de este programa que ha fijado su meta en el 2030, está explotar las potencialidades del Estado, más allá del petróleo, si bien este último es la mayor fuente de ingresos del país, expresó en diálogo con Trabajadores, Faisal  Muslat G. Al Mandeel, embajador de esa nación del Golfo en Cuba.

El proyecto se asentará en una zona especial de 26 mil 500 km2 ubicada al noroeste del país. Allí confluyen regiones sauditas, egipcias y jordanas, señaló. Esta participación internacional y la concepción integran del proyecto la convertirán en un espacio único en el mundo, afirmó.

“Comenzará de cero, explicó, en un espacio desértico hoy deshabitado, y se transformará en una ciudad inteligente, donde se empleen modernos sistemas de energía renovables —eólica, solar e hidráulicas—, aplicaciones de la ciencia digital, la biotecnología, será una urbe del futuro, de industrias y avanzados medios de comunicación a la cual se podrá llegar sin necesidad de visado.

Refirió que sus instalaciones contarán con novedosas infraestructuras así como instalaciones culturales, recreativas, y turísticas que proporcionarán oportunidades de empleo a los jóvenes sauditas.

Entre las ventajas de NEOM indicó además su proximidad a los mercados y rutas de comercio internacionales, pues su ubicación la coloca a 8 horas, o menos,  del 70 % de la población del mundo.

En cuanto al financiamiento, el diplomático indicó que la planificación y la construcción del proyecto está a cargo del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, el cual aportará  500 mil millones de dólares, y estará abierto a la participación extranjera internacionales.

Como estímulo a esas inversiones foráneas, el Reino subastará  el 5 % de las acciones de ARAMCO,  la mayor empresa saudita de petróleo y gas, lo cual permitirá recaudar capital que contribuirá al proyecto NEOM, comentó.

El Fondo de Inversiones saudita no debe confundirse con el destinado al desarrollo. Este último fue creado en los años 70, con una agenda puramente económica, no política, que brinda ayuda y créditos a más de 100 países en desarrollo de Asia, África y América Latina, fundamentalmente en obras de infraestructura: carreteras, puentes, redes hidráulicas, entre otras.

Cuba es beneficiaría del Fondo de desarrollo, recordó, y ello es una prueba del nivel de las relaciones diplomáticas, económicas y de colaboración existentes entre ambos países, al igual que los servicios de excelencia que ofrecen los 310 médicos cubanos que laboran en distintas ciudades del Reino.

“Esos profesionales de la salud son muy apreciados, trabajan con muy alta eficiencia, y por eso deseamos contar con especialistas de otras disciplinas, pues los cubanos han mostrado ser abnegados en su trabajo”.

El Fondo Saudita para el Desarrollo, subrayó, ejecuta actualmente un proyecto de 150 millones de dólares para la rehabilitación de cerca de 70 edificios, viviendas y centros sociales materno-infantiles en  La Habana Vieja, y también para la rehabilitación de redes hidráulicas en La Habana, Camagüey y Cárdenas.

“Las buenas relaciones entre Arabia Saudita y Cuba redundan en beneficio de ambos pueblos, trabajo por eso desde que inicié mi misión en abril de 2017. Llevo varios años de carrera  diplomática y aquí nos hemos sentido seguros, mi familia y yo, como en ningún otro país del mundo”, concluyó.