A «tres mambises de nuestros tiempos», los compañeros José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías, les fue otorgado el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, por la lealtad a la Revolución y a Fidel, por la consagración al trabajo, la modestia y sencillez, que los han hecho merecedores de reconocimiento y respeto.
Así lo expresó el General de Ejército Raúl Castro Ruz antes de colocarles en sus pechos el reconocimiento a la obra de una vida entera dedicada a la Patria, que ahora acompaña a la honrosa condición de Héroe de la República de Cuba que los tres también atesoran.
Reseñó sus heroicas trayectorias, marcadas por la lucha contra la tiranía desde los momentos iniciales y la entrega sin límites luego del triunfo de la Revolución hasta los días que hoy corren.
En la ceremonia, que coincidió con el 123 aniversario del reinicio de la guerra de independencia, Raúl subrayó el significado de la fecha, que marcó el punto de madurez y cristalización del proyecto elaborado por Martí.
Destacó además el hecho de realizar el acto en el Capitolio, sede de la Asamblea Nacional de Poder Popular, cuya tenaz obra de restauración ha permitido exaltar los valores de uno de los edificios más importantes del país. En correspondencia, extendió «una bien merecida felicitación» al Historiador de la Ciudad Eusebio Leal y a sus más cercanos colaboradores.
Una muestra de esa minuciosa tarea pudo apreciarse en el majestuoso Salón de los Pasos Perdidos, donde se realizó la ceremonia de condecoración y en el que pueden verse completamente restaurados sus 120 metros de longitud, la enorme cúpula y la escultura La República, del artista Angelo Zanelli, considerada la tercera más grande del mundo bajo techo, con 14,60 metros de altura.
En este edificio, expresó el Presidente cubano, está la prueba fehaciente del cuidado e interés que ha de ponerse siempre en la preservación del patrimonio cultural de la nación.
Apreció Raúl minuciosa labor de restauración en el Capitolio
Antes de presidir la ceremonia de condecoración, el General de Ejército Raúl Castro Ruz visitó algunos de los salones del Capitolio, donde pudo apreciar la meticulosa labor de restauración que desde hace cuatro años allí se realiza.
El recorrido —con la guía del historiador Eusebio Leal Spengler y el acompañamiento del Segundo Secretario del Comité Central, José Ramón Machado Ventura; el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Esteban Lazo Hernández; el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; y los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías—, comenzó por la cripta que guarda los restos del mambí desconocido, donde rindieron un minuto de silencio.
Allí pudieron apreciar las banderas de todas las naciones del continente americano, la escultura de La Patria, la partitura del himno de Bayamo grabado en una placa de bronce, el escudo en armas de la nación y la alocución de Carlos Manuel de Céspedes al ser proclamado Presidente de la República.
La visita siguió por la Biblioteca José Martí, en cuyos hermosos anaqueles de caoba se colocarán alrededor de 18 750 libros de todas las materias. El Historiador de la Ciudad insistió en la exquisita faena de los ebanistas en el cuidado de la madera, así como la de los restauradores en el trabajo de conservación del techo, uno de los más difíciles emprendidos en el inmueble.
Luego recorrieron el Salón Yara, donde se conservan hermosas piezas de la vajilla utilizada años atrás en el Capitolio; el Salón Jimaguayú, que exhibe las esculturas originales del artista italiano Angelo Zanelli, entregadas en depósito a Cuba por el Gobierno de Italia; y el Salón Baraguá, destinado a las reuniones de trabajo del Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Uno de los puntos más importantes de la visita ocurrió en el Hemiciclo Norte, donde se evalúa que sesione la Asamblea Nacional del Poder Popular. Con capacidad para 677 personas, el local en forma de anfiteatro cuenta con un moderno sistema de comunicación, que incluye en cada puesto servicios de traducción simultánea, votación electrónica, telefonía e internet. Según explicó Leal Spengler, las paredes del hemiciclo fueron acondicionadas para mejorar la acústica del impresionante lugar.
Durante el recorrido el General de Ejército destacó el delicado trabajo de restauración que se acomete en el Capitolio, donde se ha tenido en cuenta hasta el más mínimo detalle. Igualmente subrayó la ardua labor de conservar y rescatar los muebles y demás elementos originales para que sigan siendo utilizados y apreciados por el público, que podrá acceder al emblemático edificio a partir del 1ro. de marzo.
Sobre el tema, y en una breve conversación que sostuvo con la prensa acreditada a la ceremonia de condecoración, Raúl calificó de gigantesco el trabajo ejecutado por restauradores, arquitectos, ingenieros e inversionistas para devolverle la vida al Capitolio. (Tomado de Juventud Rebelde)
Hermoso reconocimiento, se lo merecen.