Este 24 de febrero, fecha memorable para la historia Patria, al conmemorarse el aniversario 123 del reinicio de la Guerra Necesaria por la independencia nacional, como la concibió José Martí, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros Raúl Castro Ruz, entregó el título honorífico de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, a tres hombres imprescindibles de la Revolución cubana: José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central, y los Comandantes de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías, durante una ceremonia que tuvo como sede el Salón de los Pasos Perdidos del Capitolio habanero, actual sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
En su discurso, el presidente cubano expuso las principales hazañas realizadas por estos combatientes revolucionarios, quienes desde muy jóvenes se incorporaron a la lucha, e hicieron “derroche de valentía, entrega y nivel de compromiso en la permanente batalla por la independencia nacional”; en tanto destacó su consagración al trabajo, modestia y sencillez, que los hacen merecedores del reconocimiento y respeto de los cubanos.
Raúl significó la fecha elegida para entregarles este título honorífico a los tres grandes revolucionarios a quienes con anterioridad ya se les habían conferido la condición de Héroes de la República de Cuba, en justo reconocimiento a la obra de sus vidas consagradas a la revolución. De cada uno de ellos —precisó— se pueden hacer muchas anécdotas.
Calificó a José Ramón Machado Ventura, Ramiro Valdés Menéndez y Guillermo García Frías, como “tres mambises de nuestros tiempos”, los cuales se han destacado, además, por su fidelidad a la Revolución y al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Raúl rememoró que Machado Ventura inició sus actividades contra la tiranía de Fulgencio Batista cuando era estudiante de medicina en la Universidad de La Habana, participó en la primera marcha de las antorchas hace 65 años y se unió al Ejército Rebelde en la Sierra Maestra en 1957, como médico y guerrillero, además de ser fundador del II Frente Oriental Frank País García. Destacó su capacidad organizativa para lograr una amplia red de hospitales de campaña que prestaron servicios a combatientes y pobladores de la zona, quienes vieron por vez primera un médico; así como su empeño, tras el triunfo de la Revolución, para asumir la dirección del Ministerio de Salud Pública.
De Valdés Menéndez precisó que fue uno de los asaltantes al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, donde resultó herido, cumplió prisión en Isla de Pinos y exilio en México, e integró la expedición del yate Granma. También participó junto al Che en la invasión a Occidente y desde el 1º de enero de 1959 ha asumido importantes cargos, entre ellos el de Ministro del Interior, en dos ocasiones, y vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, que ocupa en la actualidad.
De igual forma ponderó la viveza de Guillermo García Frías para salvar la vida del Comandante en Jefe Fidel Castro, tras el desembarco del Granma. También recordó su actividad en la organización de una red de campesinos para ayudar a los expedicionarios del Granma. Se incorporó al Ejército Rebelde, donde llegó a ser segundo jefe del III Frente, bajo el mando del Comandante Juan Almeida.
García Frías ocupó varios cargos en las Fuerzas Armadas Revolucionarias y posteriormente desempeñó otras responsabilidades como delegado del Buró Político del Partido en la antigua provincia de Oriente, Ministro del Transporte y presidente del Grupo Empresarial Flora y Fauna, donde ha realizado una meritoria labor, reseñó el mandatario cubano.
El presidente cubano reflexionó sobre la encomiable labor del Apóstol en la gesta independentista y apuntó que el reinicio de la guerra de independencia en esta fecha de 1895, marcó la madurez y cristalización del proyecto elaborado por José Martí, quien para conducirlo y hacerlo realidad, fundó el Partido Revolucionario Cubano.
“Cuando todo parecía perdido, su capacidad de hallar una alternativa y sobreponerse ante cualquier revés, lo llevó a convocar al pueblo a un esfuerzo definitivo. La guerra que creyó necesaria cuando la consideró inevitable. En todo momento apeló a la unidad nacional, articulando las mejores tradiciones del pasado y sin omitir a ninguno de los que estuvieron dispuestos al sacrificio y a dar la vida por una causa superior (…)”, manifestó Raúl.
El General de Ejército subrayó que no es casual que se conmemore esta fecha en el Capitolio, y reconoció el meritorio trabajo del doctor Eusebio Leal Spengler y de la Oficina del Historiador en la restauración de este edificio, que estará abierto al público en el próximo mes, y en cuya cripta se encuentran las cenizas de un mambí desconocido, ante el cual arde la llama eterna, como tributo del pueblo a sus padres fundadores y al glorioso Ejército Libertador.
En un segundo momento, Raúl Castro Ruz sostuvo un encuentro con la prensa en el que recordó el estado del inmueble antes de su remodelación.
Encabezaron el acto el primer vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez; Mercedes López Acea, primera secretaria del comité provincial del Partido en La Habana; Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, entre otros miembros del Buró Político, e integrantes y funcionarios del Comité Central del Partido, así como familiares de los condecorados.
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