La escoba y el trapeador fueron las primeras pertenencias que Mileidy Ulloa Perdigón llevó a su nueva casa. Según vertió cubos de agua y dio escobazos, se fue despojando de aquellas imágenes terribles de encontrar su hogar reducido a escombros tras los azotes del huracán Irma.
Ella, su niño de dos años y su esposo, fueron de los primeros damnificados por el ciclón del pasado septiembre, que recibieron una vivienda en la comunidad de Seibabo, en el municipio de Yaguajay.
“Estoy muy contenta. La casa es maravillosa, yo nunca pensé tener algo así. Tiene dos cuartos, sala, cocina, portal, terracita y un buen baño”. Así describe Mileidy su actual morada, una de las 211 erigidas en la provincia espirituana a partir de las palmas derribadas por el fenómeno meteorológico, una alternativa que permitió aprovechar el recurso forestal dañado, además de agilizar y economizar la reconstrucción.
Construir es más difícil que destruir
Levantar las mil 281 viviendas que Irma en menos de 36 horas convirtió en escombros en Yaguajay, no es asunto de unos días, aun cuando el empeño para erigirlas brote como retoño en pleno período invernal.
Eso bien lo sabe Abundio Rodríguez, uno de los cientos de espirituanos que desde el pasado septiembre están volcados a la recuperación del norteño municipio. “Tras el paso del ciclón no hemos parado. En casi todas las comunidades hemos construido casas, en Mayajigua, en Narcisa, Meneses”, dice mientras riega la mezcla con que se funden los cimientos de un edificio de 20 apartamentos en la cabecera municipal.
Además de ese inmueble de cinco niveles, por la vía estatal se ejecutan 10 viviendas prefabricadas con cubierta ligera, 14 biplantas y se concluyó la cimentación para las petrocasas, que en un primer momento serán 12, explicó a la prensa Luisa Irene Betancourt Díaz, directora de la Vivienda en ese territorio.
“También se construyen casas convencionales aisladas; se han otorgado 63 subsidios y algunas personas ya poseen licencia de construcción para comenzar a levantar por esfuerzo propio”, argumentó.
Al término del 2017 en Yaguajay estaban recuperadas 4 mil 195 viviendas de las más de 10 mil laceradas por Irma en esa demarcación. Otras 2 mil fueron edificadas en el resto de la geografía espirituana, donde se ha restituido el 42 % de los techos devastados, a pesar de que solo se han recibido 86 mil tejas de las 218 mil demandadas, según informó el general de cuerpo de ejército Joaquín Quintas Solá, viceministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Aunque exaltar los logros pudiera resultar ofensivo para quien aún se resguarda en una facilidad temporal o en un hogar ajeno, o para quien por más de una ocasión ha visitado en vano el patio de materiales de la construcción porque las tejas que tiene otorgadas no están allí, o para quien se ha frenado por la burocracia de una firma, es inobjetable lo construido a solo cuatro meses del azote del huracán en esta región del centro de Cuba.
!que lindos y que agradecidos se deben sentir esta temporada ciclonica estos Yaguajenses con sus casas de tabla de palma!
vamos a ver si el proximo ciclon estan asi de bellas. Eso es como hacer el cuento de los 3 cerditos con sus casas de pajas ante el lobo. No seria mejor construirles casas de mamposteria a estos ciudadanos que lo perdieron todo y no esperar que el año que viene vuelvan a sufrir lo mismo con los huracanes. Eso es darle gofio a alguien que esta tosiendo.