Mireya Ochoa, compañera del revolucionario Frank País (1934-1957) en la antigua Escuela Normal para Maestros de Oriente, recordó el paso del joven por ese centro y su profunda raíz martiana, al celebrarse hoy en Cuba el Día del Educador.
Ochoa mostró con orgullo el uniforme blanco con corbatas de varios colores, según los cursos, usado hace 67 años en el centro, declarado Monumento Nacional y actualmente escuela pedagógica Floro Pérez para la formación de maestros primarios.
Dijo haber conocido a una persona de sentimientos extraordinarios, humilde y preocupada por sus compañeros, al rememorar los cuatro años que compartió con Frank, desde 1949 hasta julio de 1953, cuando se graduaron en ese plantel.
También enseñó una foto de la época en la que aparecen los titulados en el año del centenario del nacimiento del Héroe Nacional cubano, José Martí, en la cual Frank, vestido con traje blanco, está sonriente.
Explicó cómo desde el Club Martiano al que pertenecía, Frank inculcaba las ideas del Apóstol de la independencia, siempre con su vocación de maestro, humanista y justo.
Él decía, la flor blanca es el emblema, en la humildad hay amor y propagar su doctrina, refiriéndose a Martí, es el deber, recordó la destacada pedagoga, quien al triunfo de la Revolución se incorporó a la Campaña de Alfabetización como maestra voluntaria y después profesora del Instituto Pedagógico Antón Makarenko, de Tarará.
Profesores y alumnos de Santiago de Cuba recordaron en sus centros a Frank, jefe de Acción y Sabotaje del Movimiento 26 de Julio y maestro; mientras que en la escuela pedagógica Floro Pérez le dedicaron un matutino especial con la presencia de dirigentes del Sindicato de la Educación y el Deporte.
Maira Bicet, secretaria general de ese gremio en la provincia, dijo a la ACN que, aunque concluye una jornada de homenaje a los educadores cubanos, siempre estará el reconocimiento de la sociedad y las familias hacia esos trabajadores por la luz del saber que llevan cada día a las nuevas generaciones.
Tomado de ACN