Durante las sesiones de la Comisión de atención a la juventud, la niñez y la igualdad de derecho de la mujer, del Parlamento cubano, se presentaron los resultados preliminares de la Encuesta Nacional de Igualdad, realizada por el Centro de Estudios de la Mujer.
Dicha investigación, expuesta por la doctora Mayda Álvarez Suárez, directora de la institución, demostró que se avanza en diversos aspectos, en particular la consideración de que los hombres y las mujeres tienen igualdad de deberes y derechos y que pueden tomar las mismas decisiones.
No obstante, la población cubana sigue pensando que las mujeres son mejores para cuidar a los hijos y que los hombres son superiores en los negocios.
Específicamente el estudio incluyó un acápite relacionado con el empleo y los oficios, aspecto en el que se señala que la sociedad cubana percibe que tanto hombres como mujeres pueden dirigir adecuadamente cualquier proceso, aunque se aclaró que existen mitos, pues aún no se concibe a la mujer como plomera, albañil, carpintera, mecánica, electricista o pescadora, mientras se ha asumido verlas como policías o trabajadoras agrícolas.
Asimismo los hombres no siempre son bien vistos como auxiliares de limpieza, secretarios, enfermeros, maestros de prescolar o cuidadores de personas.
Además, dicha encuesta trató asuntos sobre la relación de pareja y la violencia contra la mujer. En estos aspectos sobresalió que las rupturas están dadas por celos, problemas de convivencia y económicos, y aunque no es alto la sobrecarga doméstica, este indicador se mantiene en algunos casos.
Acerca de la violencia de la que son víctimas las mujeres, se constató que en los últimos 12 meses se ha manifestado en el 26,7 % de la población y que predomina la sicológica, pero también hay manifestaciones de la violencia física, sexual y económica.
Los Diputados reunidos en esta comisión reconocieron los avances que se han experimentado en la igualdad de género en el país y sus efectos beneficiosos para la sociedad, y se pronunciaron a favor de perfeccionar las acciones para continuar disminuyendo las manifestaciones de machismo o violencia doméstica.