Jornadas de hondo patriotismo se han vivido en los dos últimos días en Santiago de Cuba, ciudad que en nombre de toda la nación rindió honores al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz a un año de su desaparición física, y de que sus cenizas fueran depositadas en el monolito que las atesora en el cementerio de Santa Ifigenia.
Primero fue el domingo tres de diciembre, con la velada político cultural en el teatro Heredia, protagonizada por unos 300 artistas, quienes con música, danza, prosa y verso evocaron la impronta del artífice de la Revolución, y continúo este lunes, con la multitudinaria peregrinación de pueblo que avanzó por avenidas de la ciudad para llegar hasta el camposanto y homenajear a su líder.
En las primeras horas del amanecer de este cuatro de diciembre, en Santa Ifigenia, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, fue el primero en colocar flores junto al monolito que guarda las cenizas de su hermano de sangre y de lucha, el hombre que coronó la libertad y el decoro de la nación.
Luego le sucedieron en el tributo otros dirigentes del Partido y el Gobierno en el país y la provincia, quienes al igual que Raúl depositaron flores ante la piedra funeraria y las tumbas de Mariana Grajales, Madre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la Patria y José Martí, Héroe Nacional.
A seguidas comenzó su paso por ese altar sagrado de la nación una multitud de santiagueras y santiagueros, los mismos que desde la cuatro de la madrugada se habían dado cita en las inmediaciones de la plaza de la Revolución Antonio Maceo Grajales para de ahí partir en marcha unida, y con un gesto o una flor homenajear al invicto rebelde.
Estudiantes de diferentes niveles de enseñanzas, obreros, intelectuales, miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, campesinos, jubilados y muchos más portaron banderas cubanas y del 26 de Julio, pancartas con imágenes del Comandante en Jefe y con frases que una y otra vez retumbaron contundentes: Fidel entre nosotros, Yo soy Fidel, Hasta la victoria, siempre.
En estos dos días, el tres y el cuatro de diciembre, a un año de que Santiago de Cuba le abriera los brazos a su hijo pródigo para arrebujarlo en sus entrañas, se han reconfirmado las palabras del poeta: hay muertos que aunque muertos no caben en sus tumbas.
La Ciudad Héroe sabe que es verdad, Cuba toda tiene esa certeza: Fidel vive y vivirá en su pueblo, en la Revolución que gestó y lideró y en la gran obra que edificó y hoy tiene continuidad.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.