El Banco Central de Cuba, como homenaje al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el primer aniversario de su desaparición física, efectuó uno de sus periódicos encuentros relacionados con la historia del sector bancario, con la asistencia de trabajadores de varias generaciones, entre ellos la Vicepresidenta de la institución, Ana Rosa Sardiñas.
En esta ocasión el conversatorio, que tuvo lugar en el Centro de Información Bancaria Económica (CIBE), estuvo a cargo del doctor Carlos Lastra Medero, quien laboró en instituciones bancarias antes y después del triunfo de la Revolución cuando desde noviembre de 1959 el Che es designado Presidente del Banco Nacional de Cuba.
Lastra fue invitado para desarrollar el tema “Experiencias de vida en el sector bancario”, que toma como base su libro testimonial “Sin ariques”, explicó el porqué de ese título, no publicado, en el que narra también sus experiencias como funcionario diplomático, abogado, redactor de Radio Reloj, relacionista público y profesor universitario.
Trabajó desde noviembre de 1957 en el Industrial Bank, con nombre en inglés pero de propietarios cubanos, en el lugar que ocupa actualmente el restaurant El Patio frente a la Plaza de la Catedral, y fue testigo de la acción revolucionaria conocida como “La quema de cheques” de gran impacto en las relaciones financieras de la época, que provocó interrogantes de los presentes.
El conferencista fue uno de los empleados bancarios de la etapa capitalista seleccionado para fundar en febrero de 1961 la primera Agencia Provincial de La Habana del Banco Nacional de Cuba, en la que ocupó cargos sindicales y se destacó en actividades político-culturales. En ese año tuvo una participación directa en el proceso de cambio de la moneda que circulaba en el país, de lo cual respondió preguntas de los asistentes.
Lastra trabajó en esa Agencia como empleado de oficina y en 1963, al graduarse de Doctor en Derecho, fue designado como Abogado en su Departamento Legal.
En el encuentro, entregó a la Vicepresidenta documentos y fotos de su labor como bancario, para que formen parte de los archivos de la institución.
Comenzó estudios de Licenciatura en Ciencias Políticas, en horarios nocturnos, y fue escogido como uno de los 60 alumnos de esa carrera y de la de Derecho que acompañaron como invitados del Comandante en Jefe a la graduación, en el Pico Turquino, de los primeros médicos que hicieron todos sus estudios después del triunfo de la Revolución. El Banco Nacional de Cuba autorizó que cumplimentara esta invitación de Fidel, en noviembre de 1965, lo que también aparece en el libro “Sin ariques”.
En 1967 se producen importantes cambios económicos en el país, que conllevaron una drástica reducción del personal del Banco y Lastra pasa a la Universidad de La Habana como trabajador-estudiante.
Es poseedor de la Medalla Jesús Menéndez, que otorga el Consejo de Estado, por más de 20 años de dirigente sindical, la Distinción Enrique Hart, de la CTC, por más de 25 años de trabajo en la Administración Pública y el Sello 30 años del SINTAP por labor destacada en el Sector de la Administración Pública.