Este jueves falleció en La Habana el conocido actor de teatro, cine y televisión, Rolando Núñez Nario (4 de diciembre de 1950), cuyo personaje de Botaperro en el serial Su propia guerra le hizo ganar simpatía y reconocimiento entre el público cubano.
En el momento de su defunción, Rolando se desempeñaba como presidente de la Asociación de Artistas Escénicos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Con anterioridad integró el Grupo de Teatro Político Bertolt Brecht, donde tuvo una relevante trayectoria a través de un extenso repertorio. A pesar de ejercer esas funciones, nunca cesó su interés por la actuación.
Entre sus memorables actuaciones para el cine se encuentran las realizadas en los filmes Gallego, de Manuel Octavio Gómez, 1987; Demasiado miedo a la vida o Plaff, de Juan Carlos Tabío, 1989; Mujer transparente, 1990; y Rosa la china, de Valeria Sarmie, 2002; y recientemente concluyó su desempeño en el filme El señor del traje gris.
Para la pequeña pantalla se recuerdan sus papeles en las telenovelas Pasión y prejuicio, dirigida por Eduardo Macías, 1992; Tierra Brava, de Xiomara Blanco; y Polvo en el viento, de José Mederos y Xiomara Blanco, 2008. Fue jurado del Premio Nacional del Humor correspondiente al año 2007.
Al fallecer, su amigo Carlos Padrón, a quien relevó en el mencionado cargo en la Uneac dijo: “Eras una fiesta: de fantasía, de amor, de vínculo indestructible con esta nuestra mataperreada profesión. Te admitían en todas partes, incluso allá, en la otra orilla de la que es una sola Cuba aunque parezcan dos, donde hay colegas que por avatares de la política dejaron de hablarnos, puede que hasta odiarnos.
“Eras —añade Padrón— el más indicado para escribir las memorias de lo desconocido en el teatro y el audiovisual cubano de la Revolución. Desde la anécdota más hilarante hasta la revelación de lo escondido tras cualquier trágico suceso. Y lo sabías casi todo de cada uno de nosotros; también de los que vinieron después”.
“Socio, como te gustaría decir, de los verdaderos socios, fuiste, además, un amigo real de quienes te consideraron un amigo. Fiel hasta el peligro”.
Fraterno, comunicativo y siempre atento a los problemas e inquietudes de sus colegas, Núñez profesó lealtad incuestionable hacia la Revolución Socialista y fue enérgico en la denuncia del criminal bloqueo de los Estados unidos a Cuba, en torno al cual en más de una ocasión se refirió el enorme daño que esa política del gobierno de yanqui causa a la cultura nacional.
En tal sentido se recuerda su sentencia: “Para nadie es un secreto lo que nos afecta el bloqueo y lo que nos ha afectado durante más de media centuria, pero yo pienso que independientemente de las afectaciones materiales que provoca en todas las manifestaciones artísticas, y en las Artes Escénicas las carencias desde una lámpara, hasta una cámara, sonidos, maquillajes, lo que más daño nos hace es el bloqueo cultural, el bloqueo de pensamiento al que están tratando de condicionarnos y condicionar a otros creadores de otros países”.
Rolando también pertenecía a la Federación Internacional de Actores (FIA), y fue, además, un entusiasta y activo promotor y dirigente del Sindicato de la Cultura, así como de la CTC Nacional en la cual pertenecía a su Consejo nacional. La noticia de su fallecimiento provocó consternación entre los trabajadores y directivos de ambas organizaciones sindicales, quienes, en una nutrida representación, le acompañaron en su despedida desde la Funeraria Calzada y K hasta la necrópolis de Colón.
Con motivo de la lamentable pérdida física de Rolando, Carmen Rosa López Rodríguez, segunda secretaria de la CTC Nacional, y Consuelo Baeza Martínez, miembro del secretariado de la central obrera, significaron los valores humanos y revolucionarios del prestigioso actor, quien siempre extendió su mano amiga y solidaria a cuanto proyecto asumió esta organización que precisara de su colaboración.
Llegue hasta sus familiares y amigos el más sentido pesar de los trabajadores cubanos que durante muchos años disfrutaron de sus inolvidables actuaciones.
Honor y gloria Eterna a esta gran figura de la Cultura Cubana.
Las estrellas nunca mueren porque nacen para iluminar el futuro. Lamentable deceso. Excelente actor y muy buen ser humano. Mis condolencias a familiares y amigos cercanos.
Mi más sentido pésame para su familia, confieso que en cuanto supe la noticia me quedé pasmada, no lo podía creer, a pesar de ser una persona joven crecí viéndolo actuar y desempeñarse como el mejor de los mejores. Además de eso, tuve el placer de hablar con el en 2 ocasiones ya que mi padre es el médico de su nieta y realmente le tenia y le tengo mucho cariño y admiración. Donde quiera que te encuentres, se que vas a estar muy orgulloso del cariño que te profesamos todos y especialmente las personas cercanas. QPD