El fenómeno migratorio es creciente también entre nuestros atletas y entrenadores. Luego los vemos representando a otros países en lides de todo tipo, aunque no siempre son felices en esa condición, pues muchos declaran quererlo hacer por Cuba si se les permitiera. ¿Es posible? ¿Está pensando el INDER sobre este tema? Si quiere sumarse a esta sección escriba a nuestro correo electrónico.
• Los principios son inviolables
Los principios son inviolables
Rudens Tembrás Aecia
Uno de los asuntos ferozmente manipulados en la actualidad es la relación que establecen las federaciones y comisiones nacionales de las distintas disciplinas con atletas que, ajenos a sus gestiones, viven o se desempeñan como profesionales en el exterior.
Las tendencias de esos análisis suelen calificar de “radicales”, “extremas” o “detenidas en el tiempo” las posturas de autoridades deportivas, desconociendo irrenunciables principios y las opciones que brinda hoy la política de contratación en el extranjeros.
El Inder, organismo rector en el ámbito de la cultura física y el deporte, ha insistido en los esfuerzos del país para formar deportistas de alto rendimiento comprometidos con el logro de notables resultados nacionales e internacionales, que proporcionen alegría, satisfacción y orgullo a nuestro pueblo.
Esa labor implica una inversión social de amplio espectro que justifica la defensa del derecho de Cuba sobre la formación de esos talentos, y la exigencia de que cumplan con el régimen de participación establecido como requisito esencial para integrar las selecciones nacionales y representar a la patria.
Tampoco debe soslayarse la máxima de que todos nuestros atletas deben gozar de iguales derechos y deberes, y estar comprometidos con el aporte a las federaciones que encauzaron su formación y los condujeron al estrellato o sus “puertas de entrada”.
Cabe recordar que el deporte cubano se ha desarrollado bajo el asedio del país más poderoso del planeta, Estados Unidos, cuyos Gobiernos han articulado estrategias subversivas para “drenar” los planteles nacionales y ocasionar perjuicios morales, económicos e ideológicos a nuestro movimiento atlético.
La gran trampa ha consistido en que cientos de prometedores muchachos, halados por los cantos de sirenas, jamás conquistaron la gloria soñada y vieron truncas sus carreras. No permitamos que unos pocos ejemplos de inusitada fortuna opaquen esta dura y cruel realidad.
Por esas razones sigue siendo inaceptable abandonar una misión o delegación en el exterior y esto constituye la peor falta que un integrante del movimiento deportivo cubano pueda cometer.
Ahora bien, para quienes emigraron legalmente, radican en el exterior por períodos de tiempo o compiten en ligas extranjeras por su cuenta, las oportunidades de integrar equipos Cuba pasan inevitablemente por el cumplimiento del régimen de participación aprobado, lo establecido en la política de contrataciones y los análisis casuísticos que se realizan desde el organismo central hasta las federaciones, comisiones y colectivos técnicos nacionales.
Los nuevos tiempos exigen nuevas ideas, pero sin renunciar a los principios. Aún resuena y ojalá por mucho tiempo aquella idea de Fidel: “No permitamos jamás que los traidores visiten después el país para exhibir los lujos obtenidos con la infamia. Culpémonos también a nosotros mismos”.
¿Nuevas reglas del juego?
Joel García
El deporte cubano tiene muchos desafíos competitivos, morales y jurídicos a tono con las tendencias mundiales. Poco a poco, ganar una medalla a cualquier nivel, estar limpios de dopaje y regular las contrataciones de atletas y entrenadores son tan difíciles que es imposible cerrar los ojos y decir que todo está escrito o conquistado.
Durante los últimos Juegos Olímpicos, un fenómeno conocido creció a niveles inesperados y llamó la atención a periodistas y aficionados. Casi una veintena de cubanos, formados casi todos en la pirámide del alto rendimiento (escuelas de iniciación-equipos juveniles y selecciones nacionales) compitieron por 11 países y seis resultaron medallistas.
Entre ellos había quienes renunciaron a seguir con los equipos nacionales y abandonaron en una gira preparatoria, pero también emigrantes legales o nacidos en Cuba que se fueron con sus familias de pequeño.
¿Todos compitieron agradecidos por esas banderas o hubieran preferido hacerlo con nosotros? ¿Por qué no pudieron hacerlo aunque hubieran querido? ¿Debemos mantener la postura actual o pensar en nuevas reglas del juego a partir de que es creciente el fenómeno y no siempre está marcado por cuestiones políticas?
De sobra es conocido que para integrar un equipo nacional debe antes haber pasado por un sistema de competencias en el país, dígase específicamente eventos locales, que le hagan merecedor de llegar a vestir la franela de las cuatro letras.
Sin embargo, qué puede limitar la realización de convocatorias para aquellos deportistas cubanos que viven en el exterior y cumplen con la nueva política migratoria. Estamos hablando, como sucede ya en muchas naciones, específicamente subdesarrolladas, de torneos eliminatorios Cuba antes de una cita múltiple o campeonato mundial, cuyos ganadores tendrían el derecho de representarnos luego, siempre y cuando conquisten ese premio con sus resultados y desde ese momento acepten estar bajo las indicaciones de nuestros avezados técnicos.
El béisbol es tal vez la disciplina con más fuga de talentos en los últimos 10 años, pero no es el centro de este análisis. Luchadores, voleibolistas, saltadores, esgrimistas, polistas, baloncestistas, judocas, boxeadores, pesistas, por solo mencionar algunos, andan por el mundo deseosos de una oportunidad justa, pues su condición de emigrado no está reñida con el orgullo de celebrar una medalla en el lugar que los vio nacer.
El país ha dado pasos similares a esta propuesta con sectores tan estratégicos como los médicos. Orden y reglas del juego claras pueden valorarse por las autoridades deportivas. El tiempo lo exige.
Regresos y actualidad
Roberto M. López de Vivigo
La idea de esta polémica estaba sobre la mesa antes del reciente anuncio de nuevas medidas migratorias en el IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos. ¿Qué hacer con los deportistas cubanos que viven en el exterior? Responder a esta pregunta se incluye ahora con más fuerza en la agenda mediática.
“Permitir la entrada a Cuba de los ciudadanos cubanos que salieron ilegalmente del país, excepto aquellos que lo hicieron a través de la Base Naval de los Estados Unidos en Guantánamo”, es uno de los cambios en la política migratoria cubana.
En la publicación Jit, del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), se aclaró “que no se incluyen a las personas que abandonaron misiones o delegaciones deportivas en el exterior. Para esos ciudadanos se mantiene lo dispuesto hasta ahora: no pueden regresar al país durante los ocho años siguientes a su salida”.
Si los atletas cumplen con las disposiciones anteriores o pidieron su liberación del deporte que practicaban y dejaron Cuba de forma legal, pueden entrar sin ningún tipo de restricción.
Con vistas a implementar en un futuro una política lo más abierta posible en cuanto a la reinserción de deportistas que residen en el exterior, podrían tomarse en cuenta los precedentes positivos del pítcher Norberto González y el vallista Dayron Robles.
Tras jugar dos temporadas en Italia y México sin la anuencia de la Federación Cubana de Béisbol, al lanzador cienfueguero se le permitió desempeñarse en la 55 Serie Nacional y llegó a integrar por su rendimiento la selección para el Premier 12.
Por su parte, el campeón olímpico de los 110 con vallas en Beijing 2008 reapareció ante su público en la edición 64 del Memorial Barrientos luego de cinco años sin competir en Cuba y hasta buscó su clasificación para la cita de los cinco aros de Río de Janeiro.
Sin conocer si algún otro deportista ha solicitado volver a representar a nuestro país en citas múltiples, continentales o mundiales, la política del INDER debiera centrarse en analizar cada caso y si no se han violado ninguno de los requerimientos explicados al inicio de este trabajo, darles la oportunidad de que se reincorporen y se ganen el derecho de integrar un equipo nacional.
Además, los atletas y entrenadores retirados que hoy no viven en Cuba podrían aportar su conocimiento con clínicas que pudieran rectorar el organismo deportivo.
Nuestro comandante dijo q habia q cambiar todo lo q tenia q ser cambiado entonces si nuestros deportistas quieren competir por cuba amen,bienvenidos.
Estoy plenamente de acuerdo con Joel García pues los tiempos van cambiando y tu Rudens no lo entiendes debes ser una persona mas joven que yo que tengo 60 años y no conozcas la emigración masiva de 1980 de mas de 120000 cubanos que se fueron con el estigma de traidores y ahora muchos miles nos visitan nuevamente y decirte que hay un dicho viejo que dice que se fueron como traidores y vienen como traedolares pero porque ? porque los tiempos cambian y aplaudo cualquier medida que conlleve al reencuentro de los cubanos y esa prohibición de 8 años también la van a abolir como han abolido muchas pues hay que adecuarse a los nuevos tiempos economicos como China y Vietnam que son paises amigos y ojala sea pronto para bien de todos en mi opinion
ESTOY MUY DE ACUERDO CON LO QUE PLANTEAN EN EL TRABAJADOR RESPERTO A LO ATLETAS EN OTROS PAISES ,TODOS SOMOS CUBANOS Y DAMO LA VIDA POR NUESTRA PATRIA HAY MUCHAS TRINCHERAS DE COMPATE,ESTOS QUE DECIDIERON ESTAR EN OTROS LUGARES DECEAN Y SIGUEN SIENDO CUBANOS ,GRACIAS
Todo abandono de un ctto. lleva consecuencias, pero no creo que sea para toda la vida. Abramos lo brazos a todos los cubanos que estan por el mundo. Los necesitamos y no solo en el deporte.
Saludos que bueno que la prensa toque un tema tan importante como este, pero seria mas prudente que nuestros máximos dirigentes del deporte y el país tomaran en cuenta la opinión del pueblo y nuestros deportistas, acaso Fidel no lo dijo en el Concepto de Revolución Cambiar lo que debe ser cambiado…. o es solo decirlo y tomarlo como lema, hay que cambiar la mentalidad de verdad, ya lo ah dicho Raúl pero se sigue pensando como en los años 80,ya los jóvenes piensan distinto y eso no quiere decir que no sean revolucionarios ni se identifiquen con nuestra bella revolución, por lo tanto si decidieron ir a jugar a otras ligas o países y el país no se lo permitió por no se sabe porque, si creo que se debe de forma urgente dejar que los que marcharon de manera lega regresen de inmediato sin sanciones ni restricciones como indico el facultativo de la Federación Cubana de Voleibol a Sánchez Serra en una entrevista donde decía que para que esos deportistas pudieran jugar debían cumplir 3 años de sanción, y me pregunto porque si lo hicieron muchos de manera legal, resultado una catástrofe en las olimpiadas teniendo un equipo competitivo para ganar los juegos olímpicos si GANARLOS, y estoy a favor de desarrollar los talentos del patio como estos jóvenes que a corazón y talento ganaron el boleto al mundial, ellos deben ir a panamericanos y centroamericanos pero esas figuras que están en ligas de mayor nivel deben estar en olimpiadas y campeonatos del mundo, hablo del voleibol porque es el caso mas conocido, pero porque Cuba no hace una conferencia oficial de prensa y llama oficialmente al dialogo con la MLB por ejemplo no solo decir que hay buena voluntad sino dar un paso mas, y que valla sucediendo así con todos los deportes, dejar que regresen y nos representen de inmediato los que se fueron legalmente y los que desertaron sancionelos 3 años o simplemente déjenlos regresar COMO SE AH ECHO EN EL SECTOR SALUD CON LOS DESERTORES que los han dejado regresar a misiones con todos los beneficios, cual es la diferencia si al final TODOS SOMOS CUBANOS o no, pero creo que deben hacerse pasos grandes sin dejar de lado nuestro sistema y nuestra revolución pero si dejar de lado EL ORGULLO que nos caracteriza eso no resuelve nada positivo Gracias
Puerto rico tiene su equipo de béisbol jugando en las grandes ligas de EUA ,México igual ,y nunca ganan el clásico ,Argentina tiene su equipo de fútbol jugando en Europa ,y por poco no clasifica para el mundial no gana un evento importante hace más de 10 años ,ningún jugador de fútbol que adquiera otra nacionalidad es convocado por su país de origen ,necesitamos poner al máximo nivel nuestros equipos ,esa es la base del desarrollo ,los equipos provinciales de cualquier deporte tienen que perfecionar su nivel competitivo a escala nacional e internacional ,insertarse por si mismo en las eliminatorias regionales llamese copa del caribe ,torneos inter clubs ,de el desarrollo de nuestros talentos en las EIDE ESPA ,equipos provinciales dependerá el desarrollo de nuestras selecciones nacionales ,todo lo demás es bueno analizarlo ,muchas ideas nuevas pueden surgir ,pero la calidad en la base es la que determina .
Yo soy un emigrante cubano que vive en el extranjero pero me siento mas cubano que las palmas. El amor a la patria no depende del lugar donde vivas (recuerden que Marti vivio mas de 15 años fuera de Cuba).
Estoy totalmente de acuerdo que el INDER cambie su forma de pensar y se adapte a los nuevos tiempos. Incluso la ley de 8 años me parece demasiado recia. No podemos seguir pensando que somos los unicos que hacemos las cosas bien y que todos los demas paises estan equivovados. Todos los futbolistas de Argentina juegan en el extranjero y se mueren por representar a su pais en un Mundial, es tan solo un ejemplo.
Los tiempos han cambiado y si no nos adaptamos a las nuevas circunstancia y seguir pensando que atajando a la gente van a evitar que emigren estamos jodidos. La emigracion es un fenomeno global, la gente emigra por miles de motivos y hay que verlo asi, un fenomeno natural, como las aves…pero el amor a la patria y a la tierra que nos vio nacer no tiene nada que ver que vivamos en Italia o New York.
En Cuba todo va tan lento, que parece estático, desde hace décadas comenzó el éxodo de deportistas cubanos y aun se está en fase de analizar qué se va a implementar, ya se demostró que por las malas (sanción de 2 y luego 4 años sin poder asistir a eventos oficiales) no se resolvió absolutamente nada y que con una apertura sumamente tímida (contratación en clubes extranjeros, pero bajo el control del INDER), tampoco. En la población hay opiniones divididas, sería bueno hacer una encuesta y que fuese la voz del pueblo quien decidiese, es el pueblo quien sustenta el movimiento deportivo cubano y quien merece ser tomado en cuenta, no unos dirigentes encerrados en sus oficinas.
El caso de los voleibolistas Simón,León,Jurquín,Juantorena,El RUSO y otros más que no recuerdo, que no abandonaron ninguna delegación solo declinaron de jugar en Cuba para irse a ligas mas competitivas como Rusia,Polonia,Brasil,Korea por tan solo citar algunas no entiendo porque no se les permite jugar por nuestro país en eventos importantes como son Mundiales y Olimpiadas y las jóvenes figuras que se fogueen en la Liga Mundial, tratando de destacarse para que se vea la compentencia con los demás jugadores y así tener un equipo supercompetitivo que creo que en el caso muy particular del voleibol tenemos uno de los equipos mas fuertes del mundo con los jugadores que tenemos en el exterior y NO SE LES PERMITE JUGAR POR CUBA
Quisiera opinar al respecto pero primero me pregunto cual es el fundamento legal que tiene la formación como atleta de un cubano dentro de Cuba y cual es el fundamento legal de su participación representando a su pueblo, empresa, institución, provincia o al país. Por más que estemos acostumbrados a basarnos en principios y valores, tanto políticos, como éticos y sociales para definir que hacer, tenemos que entender que, sin renunciar a estos principios hay que basar el funcionamiento de nuestra sociedad en leyes, regulaciones que hay que cumplir. En este tema no veo claro, por ejemplo, que contrato o compromiso legal firma cada atleta para recibir todo el entrenamiento y la preparación que lo hace un atleta de alto rendimiento. Que contrato o compromiso legal firma cada atleta para integrar los equipos que compiten en cualquier nivel, incluído el nivel internacional defendiendo los colores de Cuba. Estos contratos o compromisos legales tienen que estar basados en los principios y valores de nuestra sociedad y defenderlos, pero legalmente y no dejarlo todo a ¨análisis¨ de organismos o funcionarios. En base a esto me preguntaría, primero si las decisiones que se han tomado han sido cumpliendo estrictamente estos contratos o compromisos legales en el caso de cada atleta implicado. Lo segundo que me pregunto, y creo lo más importante, cuanto hay que cambiar y perfeccionar todo lo reglamentado y legislado sobre el tema para que esté de acuerdo con el momento en que vivimos, bien diferente a hace algunos años y, además, en constante cambio y por tanto necesitado de constante actualización. Las personas, los ciudadanos no tienen dueños, pero tienen leyes y regulaciones que cumplir y estas tienen que actualizarse constantemente para que permitan el desarrollo del deporte en nuestro país. Tal parece que hoy no es así. Parece que es necesario el debate para buscar el consenso que de fundamento a los cambios que habrá que hacer en nuestras leyes y regulaciones y no sólo en el deporte, pues estos problemas de los emigrados, o los que viven fuera del territorio nacional tocan a toda la sociedad.