Desde edades tempranas en nuestro país se desarrollan actividades encaminadas al conocimiento de los símbolos nacionales, que inculquen el amor y respeto que debemos sentir por estos.
Hace varias semanas recibimos una oportuna reflexión de la Dirección Provincial de Educación de Villa Clara sobre el texto Educarnos en su respeto, publicado por esta sección en abril último.
Al respecto explican que la Ley No. 42 de los Símbolos Nacionales, y su reglamento, el Decreto No. 143, sirven de base al trabajo que realiza el Ministerio de Educación (MINED) para que sean empleados adecuadamente.
En consecuencia, la titular del ramo emitió la Instrucción No. 3 del 2014 sobre su utilización en cada nivel educativo, con indicaciones precisas de cómo actuar durante la formación del plantel, la ceremonia de la bandera (su izaje y el arriado al terminar la jornada), el uso del escudo y la entonación correcta de la letra del Himno de Bayamo.
Estos aspectos, en la enseñanza preuniversitaria y la técnica profesional, forman parte del programa de estudio de Preparación Ciudadana para la Defensa. Además están contenidos en el objetivo de las Sociedades Científicas o Círculos de Interés en todos los grados.
Sin embargo, la principal potencialidad educativa sobre los símbolos patrios se encuentra en los planes y programas de estudio de asignaturas de carácter ideopolítico como Historia de Cuba, Educación Cívica y Español.
Vale la información si bien debemos recalcar que la dificultad no radica en el conocimiento sino en el respeto que día a día nos toca llevar a la práctica de lo aprendido.