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¿Quién puede juzgar cuando el destino “aprieta” y las decisiones tomadas no son siempre bien vistas? ¿Qué hacer con el acto innato de juzgar lo aparentemente conocido? Bien decía el sabio Mahatma Gandhi que existen tres versiones de la realidad: “mi verdad, tú verdad y la verdad”. Ante tales cuestionamientos nos sitúa la obra Incomunicaciones, del grupo El Paso Teatro, en el Centro Cultural Bertolt Brecht.
La puesta en escena y dirección artística y general está a cargo de los dramaturgos Daisy Sánchez y Harold Vergara, quienes apuestan desde el proscenio por remover las líneas de pensamientos asociadas a la esfera de la comunicación y la familia.
Tres personajes, amigos por más de dos décadas, Franklin López, futuro padre y hombre de negocios; Gilberto Ramos, exitoso profesor de la Universidad de La Habana y Eliecer Londres, peluquero y estilista, a través de un marcado humorismo, convidan al público a reflexionar sobre un fenómeno que el hombre defiende a ultranza: su perspectiva de la vida.
Una discusión sobre el nombre, Adolf, del hijo de Franklin ––aún por nacer–– y sobrino de Gilberto es uno de los puntos de partida para iniciar una suntuosa polémica donde las experiencias personales determinan la visión de los involucrados. Tanta disputa por un simple nombre, pero en ello habita la pretensión y el orgullo de tener la razón, marcado por el enfoque literario de un profesor, la perspectiva de un peluquero y la contingencia de un progenitor, sin prejuicios, de que su niño se llame igual que un tirano.
¿En cuántas ocasiones no hemos pasado por situaciones similares y ha predominado la urgencia de ganar la pelea? Y es que la palabra constituye una manera de reafirmación para el hombre.
El escenario, simple, la historia trascurre en la sala de una casa, lo cual proporciona la sensación de estar en un espacio conocido y por tanto, a gusto. Otro de los atractivos es la interacción con el público, el ir y venir de los actores en constante intercambio con los presentes hace aún más acogedor el espacio.
Según Vergara, al finalizar la obra, en momento de debate con los espectadores expresó que tiene en mente un proyecto de mayor magnitud, una serie teatral de doce capítulos titulada Parejalogía, prevista para finales de 2018.
En 35 minutos no solo los hombres tienen su tiempo de fama y disputa en Incomunicaciones, pues también las féminas de El Paso Teatro protagonizan esta puesta (en diferentes horarios), para otorgarle otra óptica y un toque de dramatismo.
Desde la invitación, el número seis o nueve, depende de donde se mire, separa a dos grupos. Predomina aquí la praxis de la vida, los años vividos, los saberes acumulados, a fin de cuentas, y al decir popular, nadie tiene la verdad en la mano. No se puede valorar un hecho sin comprender la pluralidad de opiniones, la capacidad de las personas, las necesidades primigenias que hacen de la felicidad un bien relativo y en ocasiones difícil de comprender.
