Sin lugar a dudas Frank País García fue un hombre de su tiempo y para todos los tiempos.
De su sangre brotó el abono que tornó más fuertes las raíces de la Patria, y de su ejemplo emanó una enseñanza que sirve a todos por igual: “Cuando quede un solo cubano que crea en esta Revolución, ese cubano seré yo”.
Maestro, hijo, hermano, persona enamorada y patriota sin par, su legado resulta imperecedero y su memoria se aviva hoy más que nunca en el 60 aniversario de su asesinato.
Con apego a la máxima martiana: “La capacidad de un pueblo para hacer héroes se mide por el respeto que se le tributa a los que lo han sido”, han tenido lugar en Santiago de Cuba, su ciudad natal, diversos momentos de recordación al intrépido líder del movimiento clandestino en el país..
La casa donde vivió, convertida hoy en museo, los sitios que habitualmente frecuentaba, como la Escuela Normal para Maestros o la Placita de los Mártires, la ruta mortuoria que recorriera su cadáver con todo un pueblo detrás, son escenarios en los que no han faltado acciones de remodelación y conservación.
Varios eventos científicos han estado dedicados a Frank País, así como concursos infantiles de literatura y dibujo, conversatorios de quienes lo conocieron con los más amplios segmentos poblacionales… en fin, una multiplicidad de acciones que contribuyen a realzar la figura de Frank País García y permiten ampliar el conocimiento de la obra de quien con solo 22 años dio muestras de madurez, sentido de la responsabilidad, poder de convocatoria y organización, sencillez, valentía y arrojo sin límites.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.