La sindicalización, preparación a los jóvenes para reserva de cuadros y las condiciones de trabajo estuvieron por estos días sobre el tapete en las discusiones en centros de laborales de Bayamo pertenecientes a la rama de la construcción.
La primera, que constituye la tarea más importante del movimiento sindical, se encuentra limitada por la falta de sistematicidad y control por parte de los dirigentes responsables, así como la poca seriedad en la respuesta a las inquietudes de los trabajadores, lo cual le resta credibilidad a la organización. Un asunto que, por tanto, urge revertir.
Kenia Camejo Vázquez, secretaria del sindicato de la construcción en el municipio, informó que en materia de Seguridad y Salud en el Trabajo se han realizado varias acciones encaminadas a reducir la accidentalidad: “aunque tenemos serias dificultades que deben ser atendidas, como la mala calidad de los medios de protección y en otros casos la insuficiente disponibilidad de los mismos”, argumentó.
Por su parte el Héroe del Trabajo, Juan Ricardo Santiesteban, dijo que aún falta motivación en los colectivos, por lo que corresponde a los dirigentes esa incentivación.
Es necesario –expresó- que los trabajadores se unan definitivamente a ese dirigente, y que este se convierta en líder. Pero para eso debe ser el más preparado, capaz y ejemplar”.
Solángel Sanz Garcés, asociada a la cooperativa no agropecuaria Segunda Villa, asegura que para fortalecer el sindicato no se pueden improvisar las acciones, sino que hay que planificar las actividades para que estas sean realmente un estímulo al hombre.
En el marco de la convocatoria a la Primera Conferencia Nacional del sindicato de la construcción, dirigentes y trabajadores deben centrar su quehacer en perfeccionar las tareas sociales y de funcionamiento interno, además de cumplir con los objetivos emanados del XX Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, a fin de celebrar el magno evento más fortalecidos y con nuevas perspectivas.