Hasta el cierre de abril en la provincia de Las Tunas solo precipitó el 77% del promedio histórico de lluvia. Y en lo que va de mayo, el segundo mes más húmedo del período, solo se acumula el 60%. Los embalses administrados por el INRH retienen nada más el 28% de su capacidad y las seis principales fuentes de abasto a la población el 23%.
La sequía que azota a este territorio del oriente cubano no es solo intensa, sino, también, prolongada, pues los datos históricos alertan que hace 25 años los valores que sobrepasan la media histórica no compensan el déficit acumulado.
Y como consecuencia actualmente se les suministra agua en pipas a 520 comunidades, donde residen 131 mil 831 habitantes, y la situación afecta negativamente, además, a sectores tan sensibles como agricultura, ganadería, zafra, acuicultura…
Nada tiene de hipotética la reseña que hizo Mirtha García Rojas, delegada del INRH en la provincia, en la primera jornada del Ejercicio Meteoro 2017, en la que expuso las medidas que están implementando para mitigar los efectos de este fenómeno natural en la vida de la población y en la economía local y de la nación.
Por eso, los consejos de defensa en los ocho municipios brindaron especial atención a esta problemática como parte de las actividades desarrollada sábado y domingo en todo el país, que incluyeron la puntualización de los planes y a las acciones prácticas previstas con el propósito de reducir vulnerabilidades y preparar a la población para enfrentar los peligros que acechan por el impacto de fenómenos naturales, inducidos por el cambio climático, y otros de tipo tecnológico.
En tal sentido, el miembro del Comité Central y primer secretario del Partido y presidente del Consejo de Defensa Provincial en Las Tunas, Ariel Santana Santiesteban, enfatizó en la necesidad de continuar enriqueciendo los estudios sobre las vulnerabilidades y los planes para mitigar los riesgos, e insistió en la necesidad de dar soluciones que perduren en el tiempo a los problemas más apremiantes.
También, estuvo entre las prioridades la situación higiénico-sanitaria de cara a la inminente nueva etapa de la Operación Salud, de lucha intensiva contra el mosquito, en un territorio que aunque no reporta trasmisión de ninguna de las enfermedades asociadas a este vector, presenta índice de focalidad por encima de límite permisible.
Durante toda la semana los tuneros trabajaron en un amplio programa que tuvo de colofón los ejercicios demostrativos del domingo, el cual permitió concentrar esfuerzos y recursos en la tala de árboles peligrosos por su frondosidad y ubicación; en la reparación de las compuertas de la prensa Juan Sáez, del municipio de Jesús Menéndez; la supresión de salideros, limpieza de tragantes, desobstaculización y chapeas en márgenes de arroyos; limpieza de refugios, eliminación de microvertederos, entre otras labores que atenúan riesgos.
Después de estas jornadas, los organismos, los trabajadores y el pueblo están más preparados para reducir vulnerabilidades, desafiar los riesgos y minimizar sus efectos.