Hay un solo rostro en Santiago de Cuba: el de la juventud. Miles de jóvenes, de todos los sectores, que abren el desfile este Día Internacional de los Trabajadores, con la paz que desprende una cálida ciudad protegida por sus máximos guardianes: José Martí y Fidel Castro.
Muchas razones los llevan a la Plaza de la Revolución Antonio Maceo: el compromiso con su pueblo, con la Revolución; la unidad expresada en vítores y cantos, en ese puño único que se levanta en favor de las transformaciones y por la justicia social en el mundo.
Son los jóvenes, los que construyen hoy el futuro de Cuba, quienes andan primero este Primero, en Santiago de Cuba; son la energía y la alegría de un segmento poblacional que desde las aulas, las fábricas, los campos, emergen como pueblo, como Cuba entera.
Santiago abrió el desfile, se adelantó a La Habana en solo 30 minutos, pero se juntarán en su andar, en su fuerza, en su patriotismo; en el símbolo que es la fiesta de los trabajadores en una Cuba libre y eternamente luchadora y revolucionaria.