Enrique Alberto de Jesús Bonne Castillo, nacido en la localidad santiaguera de San Luis y conocido en el mundo artístico como Enrique Bonne, recibió la víspera, en la Ciudad Héroe, el Premio Nacional de Música 2016, justo reconocimiento a su larga y útil contribución a la cultura de la nación.
En el teatro Martí, durante un concierto ofrecido por Omara Portuondo, el cual devino regalo especial al cantante y compositor de 90 años de edad, el presidente del Instituto Cubano de la Música, Orlando Vistel, entregó el lauro y se hicieron explícitas las las razones que llevaron al jurado a distinguir al autor profuso, de más de 200 obras entre sones, guarachas, boleros … al creador de un ritmo nuevo: el pilón, y al artista de talla, honesto, humilde y cronista de su tiempo a través de las canciones.
Así se mostró otra vez en el escenario, al cual subió para agradecer a todos “a mi esposa, mis hijos, mis familiares, al pueblo cubano, a San Luis, a Santiago y a Cuba por permitirme estar sobre esta tierra durante todos estos años”.
En presencia de las máximas autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, y una representación de amigos y del público que lo admira, Bonne recibió otros homenajes, entre ellos el de la Fundación Caguayo.