“El cambio climático está generando estadounidenses enfermos”, afirmó a mediados del pasado marzo Mona Sarfaty, directora del Consorcio de la Sociedad Médica sobre el Clima y la Salud, una coalición de 11 grupos médicos que representa a más de la mitad de los galenos de Estados Unidos, y que pretende ayudar a quienes formulan las políticas públicas a comprender los peligros para la salud que representa el calentamiento global, además de orientar sobre qué hacer para protegerse en los años venideros.
“Los médicos están en la primera línea y ven los impactos en los exámenes. Lo peor es que los daños los sienten en su mayoría los niños, las personas mayores, las que sufren enfermedades crónicas, así como las de bajos recursos”, sentenció.
La investigación confirmó que el cambio climático enferma a las personas, debido al aumento considerable de los niveles de contaminación atmosférica y del agua. En este sentido cabe apuntar que un informe de Health Effects Institute, otra institución médica estadounidense, divulgado en febrero, afirma que la contaminación atmosférica es la principal causa de muerte relacionada con el medioambiente, al matar en todo el mundo a 4 millones 200 mil personas en el año 2015, y alertó que el 92 % de la población mundial vive en áreas donde el aire es nocivo para la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), de Naciones Unidas, no ignora el peligro que para la población representa una anomalía que altera gravemente las condiciones naturales de vida en la Tierra. Desde 1990 la OMS publica informes en los que se describen y evalúan datos sobre los riesgos sanitarios derivados del cambio climático, al tiempo que coordina con otras agencias de la ONU estrategias para una respuesta internacional dirigida a proteger la salud de todas las personas frente al negativo fenómeno.
Sarfaty presentó también el informe de su organización, denominado ¡Alerta médica! El cambio climático está perjudicando nuestra salud, que además de explicar detalladamente esa aseveración, insta a una rápida transición a las energías limpias y renovables.
De hecho, la utilización de las energías limpias y renovables (como la solar, eólica e hidráulica) en sustitución de los tradicionales combustibles fósiles (ante todo petróleo y carbón), es un reclamo creciente en todo el orbe. Esto ocurre porque la comunidad científica internacional coincide mayoritariamente en que el trastorno climático global se debe básicamente a la acumulación en la atmósfera de los gases de efecto invernadero (GEI), emanados de la combustión de los fósiles.
Pero aquel llamado para acelerar la transición energética fue ignorado por el Gobierno de Estados Unidos. Antes de concluir marzo, el presidente Donald Trump dictó una Orden Ejecutiva que anula normas ambientales de la Administración de Barack Obama y refuerza el uso de los combustibles fósiles. Además, el documento pide a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) que valore la cancelación del Plan de Energía Limpia aprobado por Obama en el 2015, considerado pieza clave del accionar del país en el tema medioambiental, y que estableció un recorte del 32 % en las emisiones de GEI en el sector energético para el año 2030, respecto al 2005.
La materialización del citado Plan de Energía Limpia sería una importante contribución a la lucha mundial contra el cambio climático, aunque no debe olvidarse que Estados Unidos tiene en esta materia una impagable deuda con la humanidad, por ser el país que ha emitido el mayor volumen de GEI hacia la atmósfera en toda la historia.
Trump niega la responsabilidad humana en el cambio climático, y durante la campaña electoral afirmó que era un “invento” de los chinos, amenazando con que de ser presidente retiraría a Estados Unidos del Acuerdo de París, adoptado en el 2015 por 197 países con el objetivo de frenar la emisión de los GEI. Según reciente anuncio, el mandatario decidirá en el venidero mayo si finalmente cumplirá esta promesa.
Al conmemorar este 7 de abril el Día Mundial de la Salud, el mayor deseo de muchos seguramente habrá sido que, llegado el mes de mayo, el mandatario se haga eco del llamado de la doctora Mona Sarfaty al presentar el informe de su organización:
“He aquí el mensaje de los médicos de Estados Unidos sobre el cambio climático: no solo está ocurriendo en el Círculo Polar Ártico, está ocurriendo aquí. Esto no es solo un problema para nosotros en el año 2100, es un problema ahora, y no solo afecta a los osos polares, sino que nos está afectando a nosotros”.