Por Ariadna A. Pérez y Vivian Bustamante Molina
Notable repercusión en la página web de Trabajadores provocó el texto que publicamos a finales de marzo con el título Desenfoque por género, en el que la joven santiaguera Yaima de Armas Sánchez expresaba su sentir por haber enfrentado actitudes sexistas durante un curso de habilitación para camarógrafos realizado en su centro laboral, Tele Turquino.
Con prontitud recibimos una extensa contesta desde ese telecentro firmada por la directora, la licenciada Sheyla Catá Navarro, quien aclara que el canal “no se caracteriza por manifestaciones de machismo ni maltratos a la mujer y mucho menos a la juventud. Esto es algo que no nos podemos permitir, de existir, se combate de manera inmediata”, subraya.
Además recalca que más de la mitad de la fuerza laboral es femenina y el 70 % de los puestos directivos son féminas.
Los hechos
El 10 de marzo del 2016 se realizó un examen de admisión para el citado curso, que impartirían dos camarógrafos de amplia experiencia profesional, con vistas a preparar una cantera o reserva en esta especialidad, no para otorgar plazas. Aprobaron 32 personas, entre ellas la remitente, precisa.
Desde el primer día, el jefe del Departamento de Producción, Técnica y Realización notificó a todos que la asistencia era un aspecto importante y tres ausencias constituían motivo de baja. Con el paso de los meses, 12 estudiantes perdieron la matrícula por desaprobar los exámenes de control o por faltar a clases.
Refiere que en julio, durante el carnaval santiaguero, a los alumnos se les dio la posibilidad de hacer prácticas diariamente con la Unidad de Control Remoto, y Yaima no se presentó.
La directiva apunta que la reclamante tuvo reiteradas ausencias, 42 por certificado médico, y jamás notificó a los profesores los porqués. Ese fue el motivo por el que ella y siete compañeros no recibieron el derecho a presentarse en la prueba final. “Como sucede en el sistema de educación, los estudiantes que faltan por diferentes causas, hasta justificadas, tienen que repetir el año o arrastrar asignaturas”, señala en la respuesta.
Respecto al planteamiento de que fue engañada al no comunicársele desde el primer momento que estaba incluida entre los autorizados a evaluarse, destaca que cambiaron la decisión luego de que acudió a la dirección del telecentro y se analizó el caso con el secretario general del buró sindical. De ello derivó un convenio con las áreas de Recursos Humanos y de Producción Técnica, para extenderle las prácticas una semana.
La directora de Tele Turquino expone que la prueba fue asesorada por un miembro del tribunal nacional y estuvo presente la especialista de capacitación y cuadros.
Sin embargo, Yaima “no pudo cumplir los objetivos de la prueba”, se le explicó donde radicó su dificultad y afirmó entender las deficiencias”, añade.
Epílogo
Más adelante especifica que el jefe del departamento coordinador del curso y el profesor expresaron que la compañera mantuvo una posición irrespetuosa cuando reclamó, si bien esto no justifica para “perder la calma ni hacer uso de alguna manifestación machista que pudiera lacerar su autoestima”.
Amplía que durante la investigación de lo sucedido, al preguntarle a la trabajadora en qué se basó para apuntar que podían adoptar represalias, esta dijo que era “para que no fuera a suceder”.
Opinamos que fue un criterio sin fundamentos y con predisposición, que ha lacerado la imagen del centro y causado indignación y malestar en el colectivo, concluye la dirigente.
La redacción de Buzón abierto estima oportuno precisar que el contenido de sus publicaciones se atiene al texto original, del cual es responsable quien reclama. Como bien reconoce la licenciada Sheyla Catá Navarro “no siempre el que se queja tiene totalmente la razón”.
Es conocido que las secciones de correspondencia en los periódicos divulgan las cartas en su totalidad o versionadas, y de investigarlas y responderlas están obligados las instituciones y organismos pertinentes. Ese es el momento en que salen a la luz cuánto de verdad y razón asiste a quien utilizó el derecho constitucional de exponer sus argumentos.