Para tranquilidad de las abejas y los apicultores de Guáimaro recibimos desde la Asamblea del Poder Popular de ese municipio camagüeyano respuesta a la queja que publicamos a mediados de enero con el título Asesinos de abejas.
El texto denunciaba algunas acciones que afectaban seriamente las colmenas, como la poda indiscriminada, la destrucción de arbustos como el piñón y la campanilla, y las fumigaciones no avisadas por agricultores independientes.
Al respecto, María Acosta Rodríguez, funcionaria de Atención a la Población, explica que la Delegación de la Agricultura constituyó una comisión para investigar y adoptar medidas. “De inmediato, en los consejos de dirección de ese mes se analizó la situación revelada por los remitentes y acordaron realizar en abril una reunión con todos los productores para que el representante de los apicultores los capacite en el tratamiento de estos insectos”.
A su vez se indicó aprovechar las visitas a los Consejos Populares para informar sobre las irregularidades y notificar de modo oportuno cuando se vaya a efectuar alguna fumigación y la poda del piñón u otros árboles.
Más adelante Acosta Rodríguez detalla que se prohibió la chapea indiscriminada de plantas que son sitios habituales para las libaciones de las abejas; lo que contribuirá a obtener mayores cantidades de miel. “Los agricultores tienen la obligación de coordinar con los apicultores toda actividad que atente contra la obtención de esta producción”, apunta.
La funcionaria concluye su carta señalando que lo concerniente a este tema será chequeado con periodicidad por la vicepresidencia de la Asamblea Municipal del Poder Popular que atiende este programa.