Cargando...La organización sindical de los trabajadores de industrias en el país concluyó que, “según los resultados del 2016, continúa el avance y consolidación del trabajo”, pero solo un análisis integral demuestra que aún restan innumerables insatisfacciones, en especial aquellas que apuntan a limitaciones provocadas por la ineficiente labor que exhiben no pocas entidades, y a factores subjetivos. Ahí está el principal campo de acción del sindicato.
El pasado año hubo sobrecumplimientos de las ventas netas, mayor utilidad que la programada, ninguna empresa finalizó el período con pago sin respaldo productivo —en algún mes sí lo hubo— y creció la productividad aunque cinco de sus empresas no pudieron satisfacer ese indicador; pero el salario medio apenas alcanzó los 775 pesos, nivel inferior al del sector empresarial nacional.
Además de ello, el plan de exportaciones se incumplió en un 78 %, mientras que solo el 42 % de los trabajadores están acogidos a sistemas de pago por resultados, las importaciones se comportaron al 81 % de lo previsto, a la vez que de los productos llamados directivos se incumplieron 11, entre estos chatarra ferrosa y de aluminio, acero líquido, palanquillas y barras de acero.
La situación nacional en cuanto a inventarios ociosos es muy lamentable —24 mil millones de pesos— y específicamente en el sector de Industrias se muestra un sostenido incremento, a pesar de que ahí se encuentra una inestimable reserva para la economía.
Durante el debate en el más reciente pleno del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias se informó que Suchel Camacho podría aumentar su producción, de aparecer financiamiento para determinados insumos de importación. Al respecto Irma Betancourt, secretaria general del sindicato en dicha empresa, indicó que en el pasado año solo cumplimentaron el 50 % del plan de exportaciones.
Llamó la atención el planteamiento de Marlén Ramírez, quien encabeza el sindicato en Hilatex. “En el 2016 se detectaron 11 hechos delictivos en la fábrica, lo que demuestra pérdida de valores, indisciplina e incumplimiento de normas elementales, entre ellas poca iluminación, deficiente control interno y perimetral, mala seguridad y protección. Fue un año duro y nos avergüenza que cosas como esas sucedan”, subrayó.
El delito fue severamente cuestionado en la reunión y provocó que Salvador Pardo, ministro de industrias, destacara que la primera responsabilidad la tiene la propia entidad. “Como único podemos vencer el delito es con eficiente control interno, sabiendo qué pasa cada día; hay centros que no hacen el llamado ‘cuadre diario’ y tenemos 20 entidades sin contabilidad, lo que es vergonzoso”, dijo.
Al intervenir en el pleno, Salvador Valdés, miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, indicó que lo fundamental en estos momentos es el uso racional de lo que tenemos, a la vez que criticó el hecho de que el país gastara significativas cantidades de dinero en comprar en el exterior piezas de repuesto que se pueden fabricar en Cuba.
