Visto desde afuera se percibe apacible el inmueble de estilo neoclásico ubicado en la calle 60, esquina a 45, en el municipio de San Antonio de los Baños, mandado a construir en el siglo XIX por el marqués de Campo Florido como casa de descanso. Pero tal impresión desaparece cuando se conoce la intensa actividad que reina entre sus vetustos muros desde que el 17 de marzo de 1979 se convirtió en sede del Museo del Humor.
Así lo constatamos en diálogo con su directora, Isel Chacón Díaz, de profesión filóloga, quien hace tres lustros asumió esta responsabilidad que desempeña con dedicación y entusiasmo.
A la pregunta que pudieran hacerse muchas personas de por qué un museo tan especial no radica en la capital, Isel responde que San Antonio es cuna de destacados artistas del género, dentro de los que resaltan —entre otros que han seguido sus huellas hasta el presente—, Eduardo Abela y René de la Nuez, creadores respectivamente de dos personajes emblemáticos de la caricatura cubana, el Bobo y el Loquito. Fueron también sede de la primera exposición conjunta que recoge la historia del humor gráfico en Cuba, el 20 de mayo de 1915, entre Eduardo Abela y Manuel Alfonso. Por eso constituye un acto de justicia que los denominen la Villa del Humor, calificativo que exhiben con orgullo.
“El museo —nos explica—, atesora piezas de humor gráfico de artistas de Cuba y el mundo. Cuenta con tres colecciones cubanas relativas a la colonia, la república y la Revolución, disfrutadas por numerosos visitantes nacionales y extranjeros. Sin embargo, el movimiento mayor del museo está en tres actividades: los concursos que son un estímulo para la creación y la base del crecimiento patrimonial de la institución, la vinculación con las comunidades y la labor con diferentes grupos etarios del territorio”.
Dentro de los grandes eventos el principal es la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico, cuya XX edición se efectuará en abril.
“Este se alterna con el Salón Nacional de Humorismo y Sátira de frecuencia anual, que constituye el corazón de la Humoranga Ariguanabense, denominación de nuestras fiestas populares. De manera paralela se convoca al Concurso Nacional de Literatura Humorística Juan Ángel Cardi.
“Está además el Salón Nacional de Caricatura Personal Juan David, que se efectúa cada diciembre, y el de Humor Juvenil el Loquito, destinado a los jóvenes entre 15 y 35 años. Este último se alterna con el Salón de Artes Plásticas José Luis Posada, de más reciente creación, que lleva el nombre de otro grande nacido en España, pero que vivió en San Antonio desde niño y murió aquí. Dicho certamen no establece límite de edad, e incluye manifestaciones de arte en las que él se destacó, como pintura, dibujo y grabado.
“Contamos con dos concursos infantiles de carácter local que involucran a la enseñanza general y la especial, uno denominado Por un mundo mejor, acerca del medio ambiente, y otro de humor infantil titulado Riamos siempre, encaminados a incentivar en los niños el interés por el humor gráfico y contribuir a la continuidad de la práctica de esta manifestación artística.
“Además de organizar los concursos, recibir las visitas libres y dirigidas, hacemos visitas de extensión que llamamos museo móvil, en las que llevamos parte de nuestros fondos a escuelas, colectivos laborales, comunidades de difícil acceso y centros penitenciarios.
“Tenemos círculos de interés encaminados a promover el cuidado del entorno y una vida sana, con charlas que parten siempre de una obra del museo relacionada con el tema y nos vinculamos con el historiador de la ciudad y la Casa de los Abuelos para realizar una actividad denominada Disfrutando con los recuerdos, entre otras que tienen el museo como sede”.
Todo ello descansa sobre un pequeño equipo de ocho personas que se esfuerzan por multiplicar sonrisas para enriquecer el espíritu.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …