El presupuesto destinado para el parque militar de Estados Unidos, las guerras que libra en otros países y la necesidad de mantenerse como el líder bélico mundial, fueron algunos de los temas abordados por el presidente Donald Trump durante su primer discurso ante el Congreso estadounidense, como cada año suelen hacer los mandatarios norteamericanos.
El magnate republicano, quién se ha pronunciado contra las alianzas multinacionales, la veracidad de los efectos del cambio climático y ha criticado las medidas de la administración saliente, en varias ocasiones centró su intervención en la necesidad de incrementar el dinero para la defensa y seguridad del país norteño.
Con esto Trump planea cumplir su objetivo de “empezar a ganar guerras otra vez”.
Trump apostó nuevamente por el bienestar económico de los ciudadanos estadounidenses, como una de las estrategias que puede devolverle la “grandeza” a Estados Unidos, en un discurso alejado de conciliaciones con la parte demócrata, y que busca continuar sus promesas de campaña.
Otro aliciente para el republicano es el prestigio militar de EE.UU., con el cual busca mantener su poderío en el mundo. Para ello presentó a inicios de semana ante el Congreso un cuantioso presupuesto bélico que pretende otorgar recursos adicionales a los militares para ganar las guerras y mantener su hegemonía a nivel mundial.
Con ello reiteró su postura de campaña respecto al papel más activo que deben desempañar los socios dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), especialmente en el ámbito financiero, pues EE.UU. ha sido el que tradicionalmente ha aportado la mayor parte del dinero para los gastos de la organización.
“Esperamos que nuestros socios, ya sea en la OTAN, en Oriente Medio o en el Pacífico, asuman un papel directo y significativo en las operaciones estratégicas y militares y paguen su parte justa del costo”, expresó.
No es el mayor, pero igual ambicioso
EE.UU. es el país que suma más gastos en defensa, con una cifra actual de 600 mil millones de dólares, según publican medios norteamericanos.
Antes del discurso del pasado martes, Donald Trump manifestó que este anteproyecto de presupuesto federal para el 2018 representa un incremento de 54 mil millones de dólares al presupuesto militar estadounidense (un 9 % mayor que en el 2016).
El incremento, que sobrepasa los límites de gasto de la Ley de Control del Presupuesto para la Defensa, ha sido calificado por Mick Mulvaney, director de la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB en sus siglas en inglés), como uno de los «mayores aumentos de la historia».
Sin embargo, este no sería el mayor monto solicitado al Congreso por un presidente de los Estados Unidos. Números superiores fueron aprobados a inicios de la presidencia del demócrata Barack Obama, con más de 700 mil millones en el 2010 y solo 100 mil menos en el 2012.
Se tratan de altas cifras en medio del contexto de las guerras de Afganistán e Irak, donde se desplegaron decenas de miles de tropas. Actualmente, EE.UU. cuenta con un contingente menor en Afganistán, y en Irak o Siria se encuentran mayormente asesores militares, publicó el diario español El País.
Donald Trump concentra esta vez los gastos federales en la seguridad nacional y por estas razones avanzará con la reforma migratoria, y para buscar “prevenir la guerra”, puntualiza el mandatario, “definitivamente tienen que luchar y vencer”.
Otro de los objetivos es combatir los carteles como medida para eliminar el narcotráfico. De este modo se librarán de los pandilleros y narcotraficantes, con el objetivo de defender el estado de derecho de las fronteras, según pronunció ante los legisladores, auditorio en el que aplaudieron y ovacionaron mayormente los republicanos ante la postura opositora de la bancada demócrata.