A pesar del impacto por la reducción del precio del níquel, el aumento del costo del petróleo, y la fluctuación dentro del mercado de materias primas; así como la incertidumbre que ha generado el nuevo presidente de Estados Unidos, la empresa canadiense Sherritt busca mantener y ampliar sus operaciones en Cuba en el sector metalúrgico, petrolero y eléctrico, según expresó a la prensa su presidente y director ejecutivo, David Pathe.
Sherritt, con más de 20 años de presencia en la Isla, es uno de los principales inversores en el sector de la energía y la minería, a partir de las relaciones con las empresas Unión Cuba-Petróleo (Cupet), Energas S.A y la Unión Eléctrica (UNE).
La empresa canadiense llegó a Cuba en 1992 en busca de materia primas para su refinería de níquel y cobalto en la ciudad de Fort Saskatchewan, estado Alberta, Canadá, y de este modo surgió el consorcio dedicado a la explotación minera del níquel en las plantas productoras del municipio Moa, en la provincia de Holguín.
Se materializó el acuerdo en 1994 con el surgimiento de la empresa de riesgo cubana General Nickel S.A., y durante todos estos años las relaciones comerciales entre ambas partes han funcionado exitosamente, y así “continuará siendo”, a decir de David Pathe.
La empresa canadiense ha logrado importantes resultados como son las 33 mil 700 toneladas de níquel y 3 mil 700 toneladas de cobalto en el 2015; así como la producción de 15 mil barriles de petróleos diarios y una capacidad de 506 megavatios, lo cual representa el 15% de la red eléctrica cubana.
David Pathe, quien ha ocupado distintos cargos en la compañía, expresó que Sherritt busca fortalecer su actividad como el principal productor mundial de níquel de bajo costo, para lo cual “seguiremos trabajando con nuestros socios cubanos para fortalecer los negocios de níquel, cobalto y la producción energética en Cuba”.
Pathe anunció que en 2017 la empresa, líder mundial en la extracción y refinación de níquel a partir de minerales lateríticos, buscará extender la vida del negocio petrolífero a partir de nuevas operaciones en el suelo cubano.
Mencionó específicamente la perforación del Bloque 10 en el municipio de Cárdenas en la provincia de Matanzas, de la cual expresó sus expectativas porque contribuye al crecimiento de la perforación de petróleo en una zona que posee buenas condiciones para obtener el tan necesario hidrocarburo.
La empresa canadiense también apuesta por la nueva planta de ácido de Moa, la cual asumirá la demanda de la importante cantidad de ácido sulfúrico que se necesita para la producción. “Contar con una empresa propia”, expresó, “permite que se pueda respaldar todo su proceso sin adquirirlo de terceros”.
Pathe expresó que esto es muestra de la labor que pueden continuar ambos países, pues la zona oriental de Cuba posee excelentes condiciones dentro de la esfera niquelífera y se encuentra entre las cuatro mayores del mundo.
Agregó además que la empresa extranjera buscará fortalecer aún más las relaciones estratégicas con Cuba a través de las inversiones de energía con la Isla. Sherritt opera plantas de producción a partir de energía limpia y participa con tercio en Energas S.A., empresa mixta donde Cupet y UNE mantienen equitativamente los otros dos tercios.
Destacó además que la empresa cuenta con más de 2 mil 500 empleados cubanos, y se encamina hacia la implementación de un plan ambiental de salud y sostenibilidad para la seguridad de los trabajadores.