“Tengo un bebé de tres meses, me place saber que podré tomar cualquier decisión referente a mi incorporación al centro laboral y no seré perjudicada económicamente, además es justo que los trabajadores por cuenta propia se incluyan en estas medidas”, apuntó y Yunior Jesús en sus brazos reía como afirmando lo que había expresado, en una complicidad mágica que solo se logra entre madre e hijo.
“A la vez con estas medidas se legalizan muchas cuestiones que estaban sueltas como los procedimientos para el ingreso de los menores a los internados y seminternados de la educación primaria y a los círculos infantiles y se favorecen padres o tutores”, expresó agradecida, pues es educadora del Círculo Infantil Que siempre brille el Sol, de la ciudad capital de Villa Clara, y conoce casos específicos que serán beneficiados con estas decisiones.
Además, precisó otras cuestiones medulares que están implícitas en el documento y que son fundamentales. “Sin duda las medidas referentes a los madres con más de un hijo ayudan a la estabilidad de la natalidad en el país, un problema serio y urgente”, concluyó.
Evidentemente estos dos decretos leyes y las cuatro resoluciones benefician económicamente a la mujer trabajadora, refuerzan el papel de la familia en el cuidado de los menores y demuestran la preocupación del Estado cubano ante el envejecimiento poblacional.