El balance del Comité Provincial de la Central de Trabajadores de Cuba en Matanzas, el primero acontecido en el país, acaba de reiterar contundentemente cuánto gana en credibilidad el movimiento sindical cuando se ocupa de gestionar la solución de asuntos tan medulares como el de remunerar con arreglo al trabajo realizado, ecuación que ya rinde óptimos saldos en Varadero, el estratégico polo constructivo.
A pesar de su estreno en octubre de 2016, la forma de pago aprobada para los programas de desarrollo turístico y de la Zona Especial de Desarrollo Mariel -Resolución 15 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social-, no solo eleva la productividad, eficiencia y los salarios, sino que estabiliza la fuerza laboral, un fenómeno acentuado en los últimos tiempos y que mucho repercutió en el desplazamiento de los cronogramas de los procesos inversionistas en el balneario yumurino.
Orvis Monnet, miembro del buró municipal del Sindicato de la Construcción en Cárdenas, ejemplificó que antes de aplicar el pago por rendimiento con tarifas salariales incrementadas, un enchapador de Las Conchas promediaba unos 3,5 metros, y ahora supera los 10 metros, “muestra de lo motivado que se está, lo que permite también un desempeño sindical efectivo que premie todos los días los mejores desempeños”.
Leonardo Vidal, el secretario del buró sindical de la Asociación Económica Internacional que tantas veces se quejó del éxodo de profesionales hacia las nuevas formas de gestión no estatales, elogió una Resolución que hay que mantener por el bien del país. “Ya hay algunos que regresan”, dijo regocijado. “Y eso es muestra del efecto de que en Las Conchas, por ejemplo, por el mes de noviembre se haya devengado una media de 4 mil 500 pesos, retribución parecida a lo que cada cual aporta y garantía de eliminar atrasos en la ejecución”.
Enfatizó la urgencia de perfeccionar aspectos subjetivos relacionados con lograr mayor organización en las obras, disciplina de los encargados de colocar los recursos en cada sitio y que los trabajadores sepan lo que van a ganar, asuntos que dependen, argumentó, de un verdadero liderazgo sindical.
La positiva realidad, sin embargo, contrasta con lo sucedido en instalaciones turísticas como la de Sol Palmeras, un hotel que ha tenido altos ingresos y solo registró 355 pesos de salario medio, disparidad que habrá que resolver, alertó Arnaldo Díaz, secretario del buró sindical de la primera instalación mixta inaugurada en Cuba, el 10 de mayo de 1990.
“Seguimos afrontando problemas con la Resolución 16. Si se decide aplicar como debe ser, tendríamos que cambiar mes por mes 300 mil dólares para pagar 300 mil pesos en moneda nacional a los trabajadores, que es verdad que saldríamos beneficiados nosotros, pero perjudicaríamos las finanzas de nuestro hotel y del Estado, por las pérdidas económicas que ello significaría. El remedio no podrá ser peor que la enfermedad. Hay que andar con cautela”, previno.
Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y secretario general de la CTC, explicó el seguimiento que durante dos años la organización le viene dando a la norma retributiva que complementa la Ley de Inversión Extranjera, sistema de pago que, acentuó, legitima la negociación entre el extranjero y las empleadoras, y reconoció la negativa incidencia de la dualidad monetaria en la búsqueda de una solución acertada.
Guilarte de Nacimiento expuso que el modelo económico viene avanzando, lo cual recompone el empleo en Cuba y por extensión el escenario laboral y llamó a tener capacidad, moral y liderazgo, como variables conducentes a solucionar los escollos del día a día, para lo cual habrá que seguir contando con los trabajadores, responsables, afirmó, del desarrollo y sustento de la nación.
Conminó a la CTC de Matanzas y a sus sindicatos a acabar de resolver una política de cuadro aún con plazas vacantes, vital en el logro del funcionamiento orgánico, clave, insistió, en los saldos productivos de una provincia que pese a fabricar más azúcar que el año precedente le debe cinco mil toneladas al plan, y con la cual el país cuenta para alcanzar un 2 por ciento del producto interno bruto.
El balance de la CTC aquí, acotó, expresa el compromiso del movimiento sindical cubano de poner la economía en el centro de atención, luchar por la máxima eficiencia, la reducción de los gasto, de los portadores energéticos, principalmente del uso y control de los combustibles, lo que constituye una alta responsabilidad con la generación de riquezas que demanda el pueblo.
Isdalis Rodríguez Rodríguez, miembro del Comité Central del Partido y secretaria general de la CTC en Matanzas, afirmó que los matanceros están en condiciones de responder, y que la celebración en octubre del 2018 del 325 del aniversario de fundación de la ciudad capital es un buen pretexto para cumplir los planes de bienes y de servicios, y convertir en un movimiento popular las acciones por cambiar la imagen de la llamada Atenas de Cuba.