La vigésima edición de la Feria Internacional de Artesanía (Fiart 2016) se convirtió “en un homenaje a nuestro invencible Comandante en Jefe; en primer lugar, porque esta es resultado de una política cultural de la que él fue su artífice principal, porque fue el artesano y artista que fue tejiendo las esencias del pensamiento cultural cubano, (…) con una visión nueva y revolucionaria de la cultura, que elevó a los planos cimeros la obra creadora del pueblo”.
Esas palabras, pronunciadas en la apertura por Arturo Valdés Curbeira, presidente del Fondo Cubano de Bienes Culturales (FCBC), se hicieron patentes durante la realización de este encuentro que concluyó ayer, sobre todo por la reafirmación de los novedosos conceptos estéticos que sobre la cultura dirigida a las grandes masas promueve esa institución, así como por la organización del evento, su diversidad, y el reordenamiento de los espacios donde funcionaron los stands con mayor afluencia pública.
Convocado por el FCBC, Fiart 2016 reunió a cerca de 245 creadores de 17 países de tres continentes, quienes exhibieron sus producciones en el capitalino recinto de Pabexpo, en concurridas jornadas que los habaneros —y de otras provincias—, disfrutaron, a pesar de que no siempre pudieron acceder a los artículos que allí se comercializaron debido a la recurrencia de sus elevados precios, aunque este año se observaron mayores ventas de bienes cuyos valores eran más asequibles.
El evento corroboró que se trabajó duro en la calidad general de los trabajos seleccionados para la expoventa, aunque entre los objetos con excelente factura continuaron ofertándose algunos (muy pocos) con pobre estética, entre ellos las raras espigas concebidas con materiales reciclables, de mal gusto en su diseño. Sin embargo, paradójicamente, tienen gran demanda, por sus bajos costos.
Con un diseño que no superó al del año precedente dedicado a Matanzas, Fiart 2016 cedió parte de las áreas otrora consagradas a los muebles, para ganar amplitud, favorecer el tránsito del público y ofrecer mayor participación a los artesanos de otras expresiones.
Excelente factura y buen gusto, en general, tuvieron los textiles de creación nacional —que hicieron honor a la feria—. Ropas para niños, jóvenes y adultos con atractivos y cubanísimos diseños. Pero la comercialización de ropas de fabricación industrial, por parte de distintos países, sobre todo de la India y España, a mejores precios debido a los baratos costos de sus compras, de nuevo pusieron a los del patio en una suerte de enfrentamiento entre león y ratón.
Concluyó el popular y siempre agradecido encuentro de la artesanía en una de sus mejores ediciones, gracias a la receptividad crítica y al empeño de sus organizadores por llevar al pueblo un programa diverso en expresiones y enriquecedor de espiritualidad.
Premios categoría
Productos
El jurado, integrado por la doctora Margarita Ruiz, Virginia Alberdi y Carmen Gómez, otorgó dos reconocimientos: Al conjunto de todas las muestras de calzado, por su calidad y amplitud en la oferta; y al proyecto de Guayaberas, del FCBC de Cienfuegos, por poner al alcance de los visitantes diversidad de propuestas con buena calidad de confección y precios asequibles.
MENCIONES: Proyecto Cada Camiseta una Historia, del País Vasco; Maité Duménigo Bordón por conjunto de Joyas SONATA 47 (Galería FORMA); Amílcar Rodríguez Pérez por pequeñas Esculturas populares de Mulos de Carga, FCBC de Las Tunas.
PREMIOS: Proyecto ZULU por colección de Bolsos y Carteras, de La Habana; Yaisniel Valdés La Rosa por conjunto de Joyas (Galería FORMA); proyecto Mosaicos Textiles, de la Acaa de La Habana.