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El respeto y la admiración reinaron. Se hicieron críticas, sugerencias y se conocieron las últimas noticias del sector, en un ambiente cálido. Se alzaron las voces desde los cafetales, el veguerío, los institutos de investigación, desde las vaquerías.
El encuentro de las Heroínas y Héroes del Trabajo de la República de Cuba del sector agropecuario, forestal y tabacalero con los máximos dirigentes del Ministerio de la Agricultura, de la CTC Nacional y de su sindicato trajo la palabra precisa para señalar las manchas, pero también para mostrar ejemplos que deben imitarse dentro de un sector estratégico para la economía nacional.
Lo primero fue el sentimiento de dolor inmenso por la pérdida física del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, para quien los agropecuarios, forestales y tabacaleros tienen el enorme compromiso de superar obstáculos, producir más alimentos para el pueblo y exportar renglones tradicionales que le dan prestigio a Cuba: como el café, la miel, el tabaco.
Julio Andrés García, viceministro primero de la Agricultura, les dio una información del estado actual del perfeccionamiento del sistema de la agricultura, que comenzó desde el 2012, donde se reducen empresas por ineficiencia económica y productiva, se erigieron las delegaciones municipales y se trabaja por dignificar los colectivos obreros que no han sido beneficiados con sistemas salariales.
El intercambio y colaboración con otros países, y el financiamiento para importantes programas de desarrollo marcan un nuevo modelo de gestión, que está signado por la eficiencia y la productividad, tratando de dar cumplimiento a los Lineamientos del VI Congreso del Partido.
Sobre los programas de desarrollo, las inversiones y los principales retos del sector también comentó el dirigente, quien reconoció errores cometidos y hasta algunos delitos que laceran el prestigio de las instituciones de la Agricultura.
Al concluir el intercambio con las Heroínas y Héroes, Santiago Pérez Castellanos, jefe del Departamento Agroalimentario del Comité Central del Partido, los llamó los paradigmas, mujeres y hombres que enaltecen el sector, por lo cual se necesita apelar a su ejemplo y multiplicarlos.
Mientras Carmen Rosa López, segunda secretaria de la CTC Nacional, llamó a fortalecer el trabajo de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) en el sector, lo cual ha sido una deficiencia de este sindicato, porque en estos 40 años de creada la organización se ha logrado resistir el bloqueo de Estados Unidos con el genio de los hombres y mujeres que integran estos colectivos.
En las palabras de Aurelio Reyes Santiesteban, quien es presidente de la UBPC Batalla de las Guásimas, de San Antonio de los Baños, se mostró el camino a seguir por las entidades productivas para marcar la pauta de la eficiencia integralmente, mientras en las de Verania Hernández, de Ciego de Ávila, más que un reclamo había una defensa a que se valora la labor de los investigadores, que en estos momentos son los peores pagados del sector, pero necesarios para elevar la producción de alimentos o cuidar los recursos estatales.
Y en la crítica de José Pentón, de Gelma, en Sancti Spíritus se vio el interés de salvar las tecnologías con la necesaria capacitación de los hombres que van a operar las nuevas máquinas o herramientas, que deben ser preservadas para lograr la sostenibilidad.
Petronila Neira Sánchez, la guantanamera que se yergue como la mejor recolectora de café del país, habló de la recuperación de este rubro, y de las siembras que se están haciendo para lograr que las importaciones del grano se reduzcan. Por su parte Regina Díaz, planteó la necesidad de que quienes dirigen las empresas cuenten con la capacitación necesaria para hacerlo y evitar improvisaciones.
Abundio Sánchez, de Sancti Spíritus, pidió y se la ofrecieron, información sobre la situación del cultivo de cítrico, aunque Ezequiel Castillo, de Guantánamo mantuvo sus críticas a la falta de insumos esenciales como limas, serruchos y tijeras para trabajar en el café.
Fue el preámbulo de un prometedor encuentro de dos días, donde la Primera Conferencia Nacional del Sindicato Agropecuario y Forestal, hincó sus banderas para debatir las limitaciones que aún frenan la producción de alimentos y la eficiencia.
