Entre abril del 2015 y marzo del actual año el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba provocó afectaciones millonarias al comercio interno de la isla por reubicación geográfica hacia otros mercados más alejados, lo que incrementó los gastos de transportación, de precios por la utilización de intermediarios, y costos por inmovilización de productos y desfase de los ciclos de entrega, entre otros daños.
Solo en lo referido al sector alimentario, justo en lo relativo a arroz y granos, el comercio cubano tuvo pérdidas por 22 millones 700 mil dólares, que a su vez obligaron a medidas emergentes para satisfacer las necesidades internas fomentadas por esa criminal política, informó Bárbara Mesa, del Grupo de Empresas Mayoristas de Alimentos del Ministerio de Comercio Interior (Mincin).
Explicó que en ese monto no se incluyen las erogaciones sufridas por la industria nacional que tributa a la canasta familiar normada, a la vez que catalogó como impensable el acceso a determinados productos y créditos en Estados Unidos. “El esquema y costos logísticos para la distribución de alimentos ha sido muy alto”, precisó.
Entre los ejemplos expuestos está el caso del chícharo, que se trae de Canadá. “Por muchos años han sido ingentes los esfuerzos cuando comienzan las heladas en la nación norteña, pues ello provoca que haya que comprarlo en un lejano mercado o disponer al menos de seis meses de inventarios de ese grano en nuestro país”, dijo la funcionaria.
Otros especialistas del citado ministerio explicaron lo que cuesta a Cuba, por ejemplo, la adquisición de la ropa reciclada que la isla adquiere en Canadá. “Son más de 100 contenedores y entre el 20 y el 25 por ciento del gasto en ese producto es solo por fletes, pues el recorrido de los bultos se inicia en Estados Unidos”, señaló Elbia Rosabal, del grupo comercializador de productos industriales y de servicios del Mincin.
A todo ello habría que agregar que, precisamente, la compra de esa ropa reciclada responde a una consecuencia directa del propio bloqueo contra Cuba, agregaron los expertos.
Larga sería la lista de cada una de las heridas que el bloqueo ocasiona en el comercio interno cubano, pero solo bastaría con agregar —además del deseo expreso de matar a un pueblo de hambre— las limitaciones para la adquisición de calzado, incluido el ortopédico, tejidos, confecciones y determinadas marcas de no pocos insumos necesarios para las cadenas de tiendas cubanas.
Durante el encuentro, con la participación de representantes de la prensa nacional e internacional, Mara Ramos, viceministra de economía y planificación, puntualizó que del monto total de daños al país en el período analizado, las de carácter monetario financiero —fundamentalmente cambiario— constituyen el 11 %, y han crecido alrededor de un 5 % con respecto a un año antes.