El rescate de la Historia Económica de Cuba en la enseñanza universitaria fue planteado como una urgencia para la formación de los profesionales de las ciencias vinculadas a la economía durante un taller de expertos que tuvo lugar este miércoles en La Habana.
“En materia económica resulta muy difícil tomar decisiones para el futuro sin conocer el pasado”, apuntó en declaraciones a Trabajadores el doctor en ciencias Lázaro Fariñas (en la foto), luego de una intervención al respecto en el Primer Taller de la Cátedra de Historia Económica Gloria García Rodríguez, realizado en el Hotel Riviera, bajo el auspicio de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores (Anec) y la Unión de Historiadores de Cuba (Unhic).
Responsable de la disciplina de Estudios Cubanos y profesor titular de la Facultad de Economía de la Universidad de La Habana, el doctor Fariñas abogó por rescatar la asignatura de Historia Económica en esa especialidad, con vistas a un nuevo plan de estudios en preparación, el cual debe entrar en funcionamiento en el 2017.
Según el también miembro de la comisión nacional de carrera en Economía, esta disciplina desapareció hace más de una década, por una anterior renovación del programa curricular que buscaba un economista de formación más general y bajo el argumento de que había reiteraciones de conocimientos entre diferentes asignaturas.
“Era un asunto salvable con un trabajo metodológico, pero la decisión fue no impartirla más, cuando la Historia Económica es una herramienta fundamental en el análisis económico”, valoró el académico.
Como ejemplo del desconocimiento que a veces existe sobre este acontecer histórico tan específico, el doctor Fariñas señaló la muy frecuente afirmación de que en Cuba no existen precedentes de solución de problemas como la dualidad monetaria, cuando sí existió un proceso parecido en los años 50 del siglo pasado.
El docente alertó sobre la gravedad de continuar con la formación de profesionales de las ciencias económicas e históricas sin un conocimiento del devenir práctico de la economía en el país, pues incluso ni las maestrías y doctorados actuales contemplan esta materia, aunque sí incluyen la Historia del pensamiento económico cubano.
Como principal obstáculo para materializar esta propuesta que debe ser avalada antes por el Ministerio de Educación Superior, el doctor Fariñas explicó que no obstante la formación en esta disciplina de alrededor de una veintena de jóvenes profesores universitarios en los últimos años, la mayoría ya no se mantienen en las aulas; y pidió la colaboración de la Anec y la Unhic para movilizar los recursos humanos necesarios entre los investigadores existentes.
En el Taller participaron además importantes economistas e historiadores vinculados al quehacer económico nacional, entre quienes sobresalen el doctor Orlando Borrego, quien laboró en distintas responsabilidades junto con el Comandante Ernesto Che Guevara; el doctor Joaquín Infante Ugarte, Premio Nacional de Economía; y el doctor Humberto Pérez, quien dirigió la economía cubana en la década del 70 y primer lustro de los 80 del siglo pasado.
Al cierre del encuentro, el vicepresidente de la Anec y Héroe de la República de Cuba, Ramón Labañino; junto con el presidente de esa organización profesional, Oscar Luis Hung Pentón, convocaron a los estudiosos presentes a elaborar sus propuestas de solución para los problemas económicos actuales, y les pidieron contribuir a explicar los temas económicos a la ciudadanía de una forma directa y comprensible.
Ambos dirigentes exhortaron a la comunidad académica a manifestar su rechazo al bloqueo comercial, económico y financiero que el gobierno de los Estados Unidos impone a la Isla desde hace más de medio siglo, y anunciaron próximas acciones de la Anec para demostrar el impacto de esta política genocida sobre la economía y la sociedad cubana.
La Cátedra de Historia Económica Gloria García Rodríguez, entidad organizadora del taller, surgió en febrero de este año e inició sus actividades en abril pasado. Esta iniciativa, que coordinan la Anec y la Unhit, busca estimular los estudios históricos económicos y toma el nombre de quien fuera una destacada investigadora cubana, Premio Nacional de Historia en 2013, quien sobresalió por su labor acerca de la obra del doctor Julio Le Riverend Brusone, historiador y economista de larga trayectoria.