La voz de Cuba se escuchó fuerte y clara en el XVII Congreso de la Federación Sindical Mundial (FSM) cuando el secretario general de la CTC, Ulises Guilarte De Nacimiento, intervino ante el plenario.
En su discurso, el miembro del Buró Político del Partido ratificó el “firme y decidido compromiso” de los trabajadores cubanos de mantenerse fieles a “los principios fundacionales, al carácter clasista, unitario y antimperialista” de la FSM.
El dirigente cubano reflexionó que desde el anterior Congreso a la fecha el contexto geopolítico mundial se ha caracterizado por una contraofensiva de la derecha. Se vive un escenario en el cual se violan de forma arbitraria y reiterada los más elementales derechos de los trabajadores, dijo y llamó la atención sobre los niveles de pobreza y el drama de las grandes masas de trabajadores migrantes, para quienes no hay reconocimiento a su estatus legal y son objeto junto a los jóvenes y mujeres de prácticas discriminatorias.
El político enfatizó que este es un “panorama complejo y triste, pero real, reflejo del actual orden económico internacional, injusto y decadente”. Por lo que instó, ante “los nuevos retos y desafíos”, articular con oportunidad y capacidad integradora la alianza de todas las organizaciones sindicales progresistas.
Guilarte agregó que es necesario persistir en la denuncia de las estrategias del capitalismo que conducen al recrudecimiento de sus políticas de ajuste y a la recomposición de influencias a escala global mediante megaacuerdos como el Tratado Transpacífico, el Tratado Trasatlántico y la Alianza del Pacífico.
Ratificó la decisión de Cuba de continuar en el camino del perfeccionamiento de “su modelo económico como nación soberana, independiente, socialista, próspera y sostenible” que se revierte en el mejoramiento del bienestar de su pueblo. “Hoy tenemos derechos y logros que constituyen una quimera para muchos países del mundo” y recordó los más de 65 mil trabajadores afiliados cubanos que actúan como cooperantes prestando servicios en 89 países, fundamentalmente en las esferas de la salud y la educación.
El dirigente sindical reiteró que a pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, “Cuba mantendrá su apego irrestricto a sus ideales revolucionarios y antimperialistas, a su política exterior comprometida con las causas justas del mundo, la defensa de la autodeterminación de los pueblos y el incondicional apoyo a nuestro países hermanos”.
En sus palabras, patentizó la solidaridad con el movimiento sindical “que en movilización permanente ha condenado el golpe parlamentario al Gobierno legítimo de la presidenta Dilma Rousseff”, que apoya la solución justa y duradera al conflicto del Medio Oriente, con el reconocimiento al derecho del pueblo palestino a construir su propio Estado, y que continuará respaldando al movimiento sindical y pueblo venezolano, así como a su presidente Nicolás Maduro.
Finalmente, reiteró el infinito agradecimiento a la FSM, y a las organizaciones sindicales del mundo por las expresiones de solidaridad con la Revolución cubana “en nuestra lucha por la eliminación del bloqueo, batalla que hoy continúa”.
También por el apoyo en la campaña internacional por la liberación de los cinco luchadores antiterroristas cubanos, que guardaron injusta prisión en cárceles estadounidenses, en lo cual “Cosatu y el pueblo sudafricano tuvieron un protagónico papel”, apuntó.
La comunidad internacional podrá contar siempre con Cuba en su combate a “la injusticia, la desigualdad, el subdesarrollo y por el establecimiento de un orden internacional más justo y equitativo”. Guilarte concluyó recordando las palabras del Héroe Nacional de Cuba, José Martí: “… los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como La Plata en las raíces de los Andes”.