Entre los pasajeros que viajaban en el avión derribado por una acción terrorista frente a las costas de Barbados, el 6 de octubre de 1976, viajaba el combatiente revolucionario y oficial cubano del Ministerio del Interior, Domingo Lázaro Chacón Coello, nacido el 7 de diciembre de 1945.
De procedencia humilde y obrera, desde muy joven, se ocupó del cuidado de sus padres. Estudió hasta alcanzar la segunda enseñanza en su localidad, en la barriada de Los Sitios, actualmente el municipio capitalino de Centro Habana.
Al triunfo revolucionario, se incorporó en las Patrullas Juveniles para colaborar en el mantenimiento del orden público. Participó en 1961 en la Campaña de Alfabetización. Mereció por su comportamiento destacado la condición de militante de la Unión de Jóvenes Comunistas e ingresó en las filas del Partido Comunista de Cuba, en 1974.
Sus inclinaciones y preocupaciones políticas desde las más temprana juventud, lo llevaron a recorrer su nación y posteriormente el extranjero, en el cumplimiento de misiones. Atendió los correos diplomáticos. Impartió clases. Fungió como proyectista de cine en la embajada cubana de Corea. Colaboró en las labores de seguridad y protección.
Es considerado uno de los más altos exponente de la Criptología en Cuba, por sus actividades como clavadista y en el cifrado para salvaguardar la nación.
En el criminal sabotaje `se truncó su preciosa vida a la temprana edad de 30 años. Dejò una viuda y un hijo.
Transcurridas cuatro décadas del derribo del avión los cubanos tenemos todavía el deber ante el mundo de denunciar los hechos y de exigir justicia. Domingo Lázaro Chacón, junto a sus compañeros asesinados en Barbados, se agigantan en la indetenible marcha de la Revolución.