A inicios del mes pasado publicamos en la sección Foto crítica una instantánea donde aparecía destapada una alcantarilla en la avenida 51, entre las calles 218 y 220, y se hacía alusión a que estaba descompleta una batería de rejillas del drenaje pluvial cercana al lugar.
Con prontitud nos llegó una misiva firmada por José Antonio Yáñez, director de Atención al Cliente de la empresa Aguas de La Habana, y la ingeniera Ana Remis Castro, jefa de ese departamento, en la que agradecen la exposición de estos temas que “contribuyen a tratar de persuadir y educar a nuestra población”.
Sobre lo acontecido en esa dirección del municipio habanero de La Lisa precisan que el viernes 22 de julio la tapa de 24 pulgadas se precipitó al fondo del registro, como resultado del peso de los ómnibus. Esto sucede por cuarta vez en el presente año, y tres días después de la publicación la recuperaron y colocaron otra, pero reforzando el aro que la sostiene.
En cuanto a la batería del tragante en la esquina de 51 y 220 reconocen que el 19 de julio fue sustraída una de las rejas Irving, y la completaron al día siguiente de la denuncia en el periódico.
Como medidas ante estos sucesos informaron al Partido, el gobierno y la Policía en el municipio, las direcciones donde las tapas han sido objeto de vandalismo. Asimismo, entregaron un documento en las casas de recogida de materias primas para que se comuniquen de inmediato a las instancias mencionadas y la dirección territorial de Aguas de La Habana, en caso de que aparezca alguna persona con ese tipo de piezas.
Tal decisión pudiera “llamar a capítulo” a quienes practican la costumbre de sustraer las tapas de alcantarillas, drenajes y registros telefónicos, pues lamentablemente estos hechos pasan desde hace muchos años y ni siquiera por comentarios callejeros hemos conocido de devoluciones ni sancionados.