Eyleen Ríos, enviada especial de Jit
Río de Janeiro.- El astro Usain Bolt “flotó” hacia su octava medalla de oro olímpica en noche también feliz para el cubano Leonel Suárez, sexto del decatlón como cierre del más difícil ciclo de su carrera.
La presencia del bólido jamaicano en la final de los 200 metros volvió a provocar que la afición repletara el estadio Joao Havelange para disfrutarle desde la arrancada hasta la meta y terminar por “enloquecer” al saberle el único humano capaz del “triplete” en esa distancia y el hectómetro.
El “show man” del atletismo mundial montó nuevamente su espectáculo desde la línea de salida, donde abrió exageradamente los ojos, sonrió a las cámaras y se persignó antes de acomodarse en los bloques situados en el carril seis para cubrir la distancia en 19.78 segundos.
Ahora dejó sin opciones a sus contrarios a partir de que logró una arrancada más rápida que cuando reinó en los 100 metros, y desde el final de la curva todos le miraban la espalda, tanto que el canadiense Andre de Grasse no pudo pasar de 20.02 para acceder a la plata.
El francés Christophe Lemaitre se quedó con el bronce (20.12) en medio de un revuelto panorama que no dejó pasar a la discusión del cetro al estadounidense Justin Gatlin y al jamaicano Yohan Blake, medallistas de anteriores citas.
A Leonel el sexto lugar del decatlón le supo a gloria, porque pese a no llegar a los 8 500 puntos (8 460) propuestos ni pisar el podio, se regaló un buen desempeño que muchos no se atrevieron a pronosticar.
«No estuve bien en el salto de longitud (7,14 metros), que me hizo caer mucho el primer día», comentó tras un segmento final en que consiguió buen disparo en la jabalina (72,32 metros).
Tercero olímpico en Beijing 2008 y Londres 2012, y doble medallista mundial (plata y bronce), el antillano pasó por una operación de rodilla en el 2014 y hace apenas unos meses fue “atacado” por una varicela que le obligó a restarle mucho tiempo a la preparación.
«Creo que ninguno de los atletas que está aquí ha pasado en este ciclo por lo que yo enfrenté, además de que esta prueba necesita condiciones de primer mundo», dijo a su paso por la Zona Mixta.
«Contento porque la meta era terminar entre los ocho primeros, aunque quería ser medallista, algo que nadie ha conseguido en tres juegos», confesó.
Tuvo además palabras de elogios para su entrenador Gabino Arzola, «mi confidente, mi padre», con quien ha compartido todos sus premios.
¿Retiro?, quiso saber la prensa, al tanto de que cumplirá 29 años en septiembre, pero él respondió con rapidez al afirmar que piensa seguir compitiendo, y por qué no, llegar a Tokio 2020.
El estadounidense Ashton Eaton fue el amplio ganador igualando el récord olímpico de 8 893 puntos y seguido por el francés Kevin Mayer (8 834) y el canadiense Damien Warner (8 666).
Yordanis García, el otro cubano, terminó en el escaño 18, ajeno a los 8 mil puntos (7 961). En el inicio de las eliminaciones del 4×100 la posta integrada por César Ruiz, Roberto Skyers, Reynier Mena y Yaniel Carrero entró séptima de su serie con 38.47 segundos, tiempo acercado a los 38.44 que muestran como tope de su temporada, pero insuficiente para seguir con vida aquí.
Acercarse o bajar de los 38 segundos es asignatura pendiente para esa cuarteta, dados los registros de otros países, incluso no pertenecientes a la lista de favoritos.
Este viernes toda la atención de la isla estará centrada en Yarisley Silva, última esperanza de oro para los suyos, que atesoran el bronce de la discóbola Denia Caballero y solo alguna que otra actuación destacable.
«Está preparada, ahora queda esperar la competencia», comentó su entrenador Alexander Navas, que no especificó cuál será la altura con que iniciará y reiteró que el título demandará acercarse a los cinco metros.