El destacado torcedor de habanos José Castelar Cairo (Cueto), que intenta batir su propia marca mundial, un tabaco de 81,80 metros, el más largo del planeta, reconocido por la revista de Records Guinness, dio pasos sólidos esta semana hacia su nueva hazaña.
El multirecordista (ya con cinco Guinness) y el Premio Habano del Año, quien emprendió el martes último la confección totalmente a mano -como es tradicional-, de otro tabaco gigante, sobrepasó sus cuatro primeros récords del orbe, la del tabaco de 11,04 metros de longitud que logro en el año 2001; el segundo de 14,86 (en 2003); el tercero de 20,41 (2005) y el cuarto de 45,38 (2009).
Cueto, con 71 años de edad, y más de 50 en el oficio de torcedor, a pesar de tener ya sus manos algo inflamadas por la dura y continuada faena de estos días, mezclando y modelando con maestría la tripa de un autentico habano, que cubre amorosamente con el capote, bajo el intenso calor reinante, mantiene su distintiva sonrisa.
Él se propone terminar esta semana su megatabaco, en la zona norte de la otrora fortaleza colonial de San Carlos de la Cabaña, hoy Parque-Museo declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.