El clima cambiante en el mundo impone un elemento de crisis y desafío a los países de la región caribeña, por lo que es necesario continuar generando conocimientos científicos y acciones políticas que contribuyan a la reducción de los efectos del cambio climático en el área geográfica, explicó en conferencia de prensa Abel Centella Artola, director científico del Instituto de Meteorología de la Agencia de Medioambiente.
Los efectos de desastres naturales y del cambio climático en el Caribe son unos de los temas de atención en esta séptima Cumbre de la AEC, la cual se proyecta en la prevención y mitigación de riegos con vistas a la educación y planificación ante los eventos meteorológicos.
A las experiencias de la cooperación entre los países de la región y otras que pudieran contribuir la AEC, se suman las investigaciones y tecnologías, la concientización de los gobiernos y pueblos para la mitigación de los efectos; así como las fuentes de financiamiento que como bloque podría recibir el área, expresó el especialista.
Como un ejemplo de la actuación conjunta recordó que en el 2003, durante la Cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), se creó el centro de investigación dedicado a los estudios del cambio climático en la región del caribe insular. En esta ocasión se firmó un memorándum de entendimiento, lo cual ha permitido el fortalecimiento de varios proyectos.
Reflexionó que existen las capacidades científicas y económicas, pero que se encuentran dispersas, ante esto la cooperación y colaboración de los países resulta vital para la toma de decisiones.
El Caribe posee recursos limitados por lo que es importante el cuidado del medioambiente, y tener en cuenta los desafíos del cambio climático, apuntó.
Ciencia e integración por el bien del Caribe
La vulnerabilidad de algunas poblaciones no radica solo en su situación geográfica, son también las de menos acceso a recursos, añadió Centella Artola, por lo que es necesario la incorporación de políticas para ganar en la capacidad de respuesta y enfrentamiento a eventos meteorológicos como huracanes, ciclones tropicales y frentes frío, frecuentes en la región.
A esto se suma el incremento de gases de efecto invernadero por la acción humana, las variaciones de las temperaturas y el aumento de las precipitaciones, añadió el especialista, y señaló como lo más urgente y significativo el incremento del nivel del mar, lo cual impone riesgos adicionales a los países del Caribe que coinciden en el incentivo del turismo como actividad económica fundamental.
Expuso, como otro de los ejemplos de las afectaciones, la reducción de las noches frías y el aumento de los días cálidos, lo cual impacta en la agricultura, así como la variación en los períodos de precipitaciones y sequías.
“Además enfrentamos múltiples riesgos como el incremento del nivel del mar principalmente los Estados insulares pequeños, lo cual puede ocasionar la perdida de territorio costero, de los recursos hídricos y espacio geográfico”, agregó Centella Artola.