Sin subestimar otros riesgos, que también atendieron, los tuneros agigantaron sus fuerzas en la lucha antivectorial, tarea a la que se sumaron los trabajadores, en sus centros laborales; y los vecinos en las comunidades más comprometidas con el propósito de cerrar para siempre el cerco a los mosquitos del género Aedes, fundamentalmente en la ciudad capital, uno de los 17 municipios del país todavía en la escala de trasmisión del dengue.
Así transcurrió la última jornada del ejercicio estratégico Meteoro 2016, en este territorio oriental, en cuya clausura Ariel Santana Santiesteban, miembro del Comité Central del Partido y su primer secretario en Las Tunas, ponderó la respuesta popular a esta batalla por la salud humana y convocó a continuar sistematizando esas acciones.
Las tareas de saneamiento ambiental, destinadas a la transformación de la situación higiénico-sanitaria local, llegaron con rigor a las 72 manzanas consideradas proclives a la infestación del dañino insecto, responsable de la propagación de epidemias de dengue, chikunguya, zika y fiebre amarilla, que en la actualidad emergen en muchos sitios del mundo y devienen amenazas atendidas, además, por organizaciones internacionales de la salud.
En la semana de reducción de desastres, preámbulo de este ejercicio que cumplió su aniversario 30, se conjugaron diversas actividades, teóricas y prácticas, para mitigar el impacto de catástrofes sanitarias, naturales y tecnológicas, que tuvieron en cuenta, también, la puntualización de los planes concebidos en todos los sectores de la economía y la sociedad a partir de las experiencias más recientes.
Comoquiera que Las Tunas sufre una intensa sequía, que obliga a llevar agua en pipa a 460 comunidades urbanas y rurales, y sus efectos son tangibles en la agricultura y en otros frentes de desarrollo, las autoridades y los grupos y subgrupos dedicaron tiempo a la revisión de los programas de contingencia.
Ni la lucha antivectorial, ni la sequía necesitaron de simulacros porque son dos fenómenos que afectan cotidianamente a muchos tuneros; empero, la preparación trascendió esos retos y enfatizó en el apoyo, en caso de sismo de gran intensidad, a la provincia de Santiago de Cuba.
De esa localidad llegó el doctor en ciencias Fernando Guasch Hechavarría, especialista del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, con información actual y detallada sobre la posible ocurrencia de un terremoto de intensidad superior a los seis grados y sus consecuencias; así como, explicó las características del sector que le corresponde auxiliar a los tuneros en esa ciudad.
En estos días entrenamientos se realizaron, además, podas de árboles, ydesosbtaculización de tragantes, zanjas y canales; se valoró la salvaguarda de la vida humana y de los recursos económicos.