El combate a las drogas constituye un tema que genera preocupación internacional, se aprecian mayores complejidades, incremento de las producciones y consumo de droga, así como el efecto que produce en violencia y en el tráfico, explicó en la Mesa Redonda de la televisión cubana, el Coronel Juan Carlos Poey, jefe de la Dirección Nacional Antidrogas, del Ministerio del Interior.
El tema central del debate fue Cuba frente a las drogas en un complejo escenario internacional, que incluyó la situación en el país y el trabajo de prevención y enfrentamiento a ese flagelo. Los panelistas también intercambiaron sobre el entorno internacional del tráfico y consumo de drogas.
Cuba no está ajena a esta problemática y a las tendencias que se observan en el mundo, particularmente en las Américas, indicó, y precisó el Coronel que los países del sur se identifican como los principales productores de cocaína y los de Centroamérica lo son del tránsito hacia el principal consumidor, y aumenta la cantidad de consumidores en el área.
Aseguró que Cuba se ve impactado por el tráfico a partir de lanchas rápidas que cruzan por nuestras rutas principalmente hacia Estados Unidos con cocaína, marihuana y heroína, y aunque evitan la entrada al territorio nacional, a pesar las acciones de los servicios antidrogas del área en ocasiones suelen entrar y bombardear o tirar al mar los paquetes que llevan consigo.
El Coronel Juan Carlos Poey significó que en el año 2015 se ocuparon 905 kilogramos de drogas a partir de la incautación de 84 paquetes, que significó el 72 % del total de la droga incautada en nuestro territorio.
Manifestó que le impregna complejidad al fenómeno la cantidad de cubanos radicados en el exterior que tienen la intención de introducir drogas mediante lanchas rápidas y las que están vinculadas al tráfico de personas.
E jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del Minint, informó sobre las acciones que se acometen en el enfrentamiento a este flagelo, cantidad de personas procesadas por esos delitos, y otros detalles de la labor de prevención.
Drogas: efectos catastróficos sobre el cerebro
Alfredo González Lorenzo, viceministro de Salud Pública, informó el origen del consumo de drogas desde el hombre primitivo, lo que a lo largo de la historia ha demostrado efectos catastróficos sobre la conciencia, personalidad y comportamiento del hombre en las sociedades. En el concepto más amplio, droga es también medicamento, aunque propiamente se le identifica con aquellas sustancias que tienen efecto psicoactivo y cuyo consumo produce adicción o dependencia, aclaró.
Explicó los efectos que producen en el cerebro humano. Las drogas destruyen literalmente al ser humano, puntualizó. Y citó entre las más representativas a las legales: té, café, sobre el tabaco dijo que produce una pandemia mundial de enfermedad y muerte, mientras el alcohol puede presentarse de manera severa en la conducta del ser humano. También citó a las ilegales, dígase la cocaína, la marihuana, la heroína y la amplia gama de las que tienen origen natural y sintético.
Precisó que el alcoholismo y el hábito de fumar constituyen preocupaciones a las cuales Salud Pública dedica importantes acciones en aras de disminuir sus efectos en los seres humanos y de lograr la rehabilitación social. El alcohol esclaviza a más de 200 millones de personas en el mundo y entre 10 a 12 personas que se manifiestan con consumo nocivo por cada alcohólico que existe, indicó.
A causa del tabaquismo unos 5 millones de personas pierden la vida en el mundo, lo que supera a la pérdida de vida al Sida, que es otro flagelo que azota a la humanidad.
Sobre los supuestos efectos beneficiosos de la marihuana para curar, Alfredo González fue categórico al decir que “tenemos medicamentos de mucha más eficacia que los que se le señalan”, por lo que no se puede aceptar en la concepción humanista de la medicina cubana.
Refirió los programas que ha emprendido el Ministerio de Salud Pública para la promoción y prevención del consumo de drogas, que tienen en cuenta al ser humano, y van desde el trabajo comunitario hasta la atención terciaria de salud, así como la línea antidroga que funciona durante las 24 horas para ayudar a todo el que solicite sus servicios, así como el control de la venta e indicación de los medicamentos.
Dijo que la familia es el elemento cardinal en este combate, la formación de los hijos y los paradigmas de los padres.
Hizo una relación de las enfermedades que se relacionan con el consumo de drogas y la incidencia sobre la salud, la desarticulación de la familia, entre otros.
El efecto económico de las drogas se calcula en más de 548 mil millones de dólares en el mundo, por tanto constituyen una carga desde el punto de vista socioeconómico y una amenaza para la sociedad.
Lograr el conocimiento de los efectos de las drogas
Por su parte Ena Elsa Velázquez, ministra de Educación informó de las acciones que se siguen para prevenir el consumo de drogas en las instituciones del sector o fuera de ellas, en las cuales tienen incidencia estudiantes, así como lograr un rechazo consciente de los educandos a involucrarse con esas sustancias. Es un trabajo arduo que tenemos que realizar.
Para ello lo más importante, dijo, es que los estudiantes conozcan los efectos y consecuencias nocivas de las drogas a la salud física, síquica y moral, así como a los daños sociales, familiares y laborales.
Admitió que ha disminuido la edad de inicio del consumo de drogas, y que sí han ocurrido hechos en los que han estado involucrados estudiantes, la mayoría en horarios y días en que no están en las escuelas, pero dentro también se han producido aunque en menor cuantía, fundamentalmente con el uso de sicofármacos.
“Lo más importante no es el lugar ni la cantidad de hechos que ocurran, para nosotros un hecho es muy grave y tenemos que darle toda la atención. La provincia donde ha ocurrido una mayor cantidad de incidentes es La Habana, y hay identificado municipios como 10 de Octubre, Arroyo Naranjo y Boyeros, y la sustancias son en primer lugar los sicofármacos (nitrazepan y la carbamacepina) y hay unos pocos casos de consumo de marihuana.
En Camagüey, Holguín, Villa Clara, Ciego de Ávila, Santiago de Cuba y Matanzas han dado señales en alguna escuela, reconoció a ministra, siendo los niveles de enseñanza de menor incidencia en la enseñanza técnico profesional, secundaria básica ypreuniversitario.
Para combatir estas tendencias, en el sector de la educación se desarrolla la capacitación tanto de los alumnos como de los educadores, y está definida la responsabilidad de los dirigentes del organismo en cada hecho y acción que se acomete.
Manifestó que han podido comprobar que las familias de los estudiantes que tienen un nivel socioeconómico entre medio y alto, poco control de los hijos, tienen la mayor incidencia.
Refirió la labor coordinada con las organizaciones sociales en os barrios para la promoción y el enfrentamiento. La labor tiene un carácter eminentemente pedagógico, que nos permite hacer un trabajo diferenciado donde lo más importante es la prevención para lograr el rechazo consciente de los estudiantes.
Yuniasky Crespo Baquero, miembro del Comité Central y secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, se refirió a la labor de prevención que realiza su organización y las estudiantiles en el enfrentamiento al consumo de drogas, así como los resultados de las investigaciones que ha realizado el Centro de Estudios de la Juventud.
El objetivo central es crear una cultura de rechazo en los niños y adolescentes en todos los escenarios contra el tráfico y el consumo de drogas.
Se refirió a la labor de los Destacamentos Mirando al Mar, los cuales han recibido una inyección de jóvenes que se van formando y constituyen el relevo de esas fuerzas que hoy realizan el enfrentamiento en esas zonas de difícil acceso.
Responsabilidad compartida
“El flagelo de las drogas se extiende a todas las regiones geográficas y genera violencia, diversas conductas criminales, la exclusión social y además, delicadas situaciones sanitarias. Este problema no se solucionará ni con la militarización de los pueblos, ni con la legalización solo se logrará con la aplicación coherente del principio de responsabilidad común y compartida, una voluntad política de los estados para su enfrentamiento, unido a un orden jurídico coherente y racional”.
Así lo estimó María Esther Reús, ministra de Justicia y presidenta de la Comisión Nacional de Drogas, al intervenir en el programa Mesa Redonda, de la televisión cubana, que analizó la situación en Cuba y el trabajo coordinado de prevención y enfrentamiento a este flagelo.
Explicó que Cuba ha diseñado una estrategia en la que se combina el enfrentamiento con la prevención, y es conducida por la comisión nacional con la participación de organismos e instituciones en una labor multisectorial.
La comisión nacional, dijo, fue creada desde 1989, tiene una representación territorial y coordina el programa nacional integral para el enfrentamiento, con una interrelación de disciplinas que permite hacer evaluaciones, abarcadoras, y conducir las políticas en dependencia de las necesidades.
La ministra de Justicia informó que se elaboran sistemáticamente planes sectoriales y territoriales de al igual que lo hizo prevención, y recientemente se hizo una actualización. Es evidente en este trabajo la participación de la sociedad, que incluyen a la comunidad y las familias.
Esa integralidad es la que nos permite desarrollar las acciones que realizamos. La voluntad política está presente no solo con estrategias, sino con el aseguramiento de los recursos para evitar que este problema se convierta en un peligro para la seguridad nacional, argumentó.
“La prioridad está en la prevención, solo con esa cultura del rechazo es que vamos a lograr no solo una actitud preventiva sino de que sean nuestros propios ciudadanos los que se nieguen al consumo.
“El objetivo general es preparar a nuestra población para evitar el uso indebido de drogas. Se conjuga el enfrentamiento y una conducta persuasiva, y persigue la premisa del desarrollo integral del individuo en una formación sana, con hábitos de vida adecuados.
También se refirió a los trabajos que se realizan para garantizar la rehabilitación y la reinserción social de las personas que han tenido o mantienen el consumo de drogas, así como la atención a la drogadicción. “Para nosotros el hombre es el centro”, acotó.
Afirmó que un flagelo de esta magnitud solo se puede enfrentar con la cooperación de los países, por eso Cuba ha trabajado intensamente en las tres convenciones internacionales, y tenemos acuerdos de cooperación antidroga con 46 países, y con 69 naciones relaciones de información operacional, que nos permite compartirlas en tiempo real.
Además Cuba mantiene estrechas relaciones con Naciones Unidas y otros organismos internacionales y participa en la asistencia judicial, aduanera y policial con aquellos países con que se relaciona. Tenemos la posibilidad de aportar nuestras experiencias, nuestros resultados positivos se basan en el trabajo del hombre, de nuestros especialistas y profesionales en la prevención.
Explicó sobre los debates recientes de una sesión especial de Asamblea General de Naciones Unidas dedicada al tema de las drogas, la cual se anticipó al estudio de la problemática actual, previo a un análisis que se realizará en el 2019.
También participaron otros especialistas y funcionarios de organismos del Estado que aportaron informaciones y experiencias sobre el combate a este flagelo que afecta a todo el mundo: las drogas.
Muy enriquecedora, esta forma integral de entender y actuar en el fenómeno social del consumo de drogas. La articulación de acciones de prevención interinstitucionalmente, es una exigencia a más de una necesidad. Solo una precisión, la prevención educativa antes que centrarse en las sustancias y sus consecuencias, debe procurar formar al individuo para que actúe en los diversos contextos del convivir humano, de manera solidaria y responsablemente y asumiendo las consecuencias de sus decisiones.