Alfredo Machado López, presidente de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir), reconoció el aporte que brinda este movimiento a la sostenibilidad de importantes procesos productivos y de prestación de servicios y lo contrastó con los problemas que todavía presenta el bien merecido derecho a la estimulación.
En este sentido llamó la atención sobre el hecho de que, en la casi totalidad de los casos, las direcciones administrativas agradecen las soluciones que este talentoso ejército da a muchísimos imponderables ocasionados por las carencias de piezas de repuesto y la obsolescencia de las tecnologías, y la persistencia de trabas burocráticas y, veces desidia, que obstaculizan el cumplimiento de la Ley 38, cuerpo jurídico que respalda el pago de las innovaciones y racionalizaciones como vía de estímulo material.
Machado López enfatizó en la importancia de contrarrestar estos imponderables y lo mucho que pueden contribuir los innovadores y racionalizadores al propósito de crecimiento del 2% del Producto Interno Bruto en Cuba en el transcurso de este año.
La Anir cumplirá este año su aniversario 40 y aún los incumplidores de la ley alegan falta de información y claman por acciones de capacitación; empero, basta recordar el principio de que el desconocimiento de la ley no exime de responsabilidad.
Al respecto, Machado López llamó a retomar las herramientas legales para demandar a los morosos, a los incumplidores; y convocó a perfeccionar el funcionamiento orgánico en la base, que permita un control más estricto del quehacer de los afiliados a la organización.
Los miembros del Buró Provincial de la Anir en Las Tunas, uno de los territorios que más avanza en el país, se pronunciaron por una mayor exigencia en torno a la captación de todas las innovaciones y racionalizaciones materializadas, llevarlas a los registros, evaluarlas con rigor y tramitarlas como antídoto a ese mal.
También se pronunciaron por trabajar en aras de lograr la sede del acto nacional por el aniversario 40 de la organización y continuar promoviendo la participación de sus integrantes en la batalla económica que libra la nación.
Esa intención la ilustraron con la entrega que hacen por estos días de la bandera Vanguardia de la Innovación a un grupo de entidades que han alcanzado récords productivos en saludo al Primero de Mayo, gracias a inventivas que recuperan medios sin los cuales esos éxitos fueran imposibles.
Lo cierto es que tienen bien ganado el reconocimiento, pero aún está incompleta la cadena.