Por Claudia Zurita Delgado
Una apuesta por la ciberalfabetización nos propone el documental La hora de los desconectados, que hilvana perfectamente 9 cortometrajes sobre el fenómeno de la conectividad a Internet en Cuba, desde la visión de varios individuos situados en diferentes ambientes.
La idea original responde a Milena Recio, quien concibió este viaje junto a Cynthia de la Cantera, Fidel A. Rodríguez, Claudio Peláez, Juan C. Travieso, Yaima Pardo, José J. Nieves, Lázaro González y Rachel Rojas. Algunos de ellos con muy poca experiencia en el mundo del audiovisual.
Los materiales, con una duración de no más de 3 minutos, es un llamado de atención ante el surgimiento de nuevos escenarios de comunicación e información digital, y los usos que cada cual le proporciona. Además de invitar al diálogo sobre las ingeniosas alternativas encontradas por muchos ante la desconexión en Cuba.
Esta serie transmedia dialoga con el televidente sobre la importancia de internet para todos, su contribución al desarrollo del país y cómo insertarnos en los nuevos escenarios digitales eficazmente. Además de mostrar las herramientas para aprovechar las zonas wifi, las comunidades virtuales, los juegos, las redes sociales, las bibliotecas digitales y las diferentes aplicaciones.
La periodista Cyntia de la Cantera vuelca su mirada en el mundo de los videojuegos, asegurando que “este no es un corto-documental de gamers freaks o geeks adictos a las pantallas y con un cero en relaciones sociales. Es exactamente lo contrario. Los jugadores cubanos (también quemadores, turbeadores) viven una realidad distinta a los gamers del resto del mundo: no tienen Internet, la plataforma actual de los videojuegos online. Para ellos no es tan fácil como sentarse en el sillón de su cuarto y encender la PC que te lleva directamente a mundos virtuales con jugadores de otros países. Los jugadores cubanos tienen que levantarse, montar la red, configurar la plataforma y, entonces, darle play”.
Mientras tanto José Jasán Nieves cuenta la historia de Amador, ingeniero de sistemas automáticos graduado en la CUJAE y trabajador en el campo desde la década de los 90. Este campesino ha logrado, desde su precaria conexión al correo nauta, actualizar un blog. Así como a través del servicio de mensajería solicitar información útil a sus labores agrícolas.
El protagonista de En la guardarraya muestra y reflexiona sobre las ventajas de la utilización de internet para la agricultura cubana; pero mientras se crea la infraestructura que garantice su utilización, él ya ha encontrado otras alternativas.
Por otra parte Claudio Peláez se las ingenia para adentrarse en el desconocido mundo del QR (Quick Response), en español respuesta rápida, que comienza a utilizarse en la isla. El realizador alude a los beneficios del uso de este nuevo lenguaje producto de las nuevas tecnologías, mediante el parlamento del desarrollador de software José Ramón Reyes.
Este audiovisual invita a los espectadores a tomar conciencia sobre la nueva era de la información y a explicar formas y modelos de utilización segura de las nuevas plataformas. Igualmente permite la socialización de contenidos y experiencias de quienes se encuentran inmersos en estas cuestiones. Un importante material a tener en cuenta para los tiempos que se avizoran.
Los cubanos sabemos la gran importancia que tiene la comunicación a través de Internet. Debido a eso nuestro país entre las premisas del año 2016 incorporó la instalación de WIFI y otros medios técnicos para satisfacer una gran parte de la demanda en todo el país. Pero no se detendrá, porque multiplicando esfuerzos lleva un crecimiento contínuo hacia las zonas rurales. Se trata de un desafío que abre las puertas al mundo y es algo que los cubanos reconocemos y agradecemos. Vamos bien aunque sabemos que no podemos competir mundialmente por el ritmo acelerado del avance de las telecomunicaciones con otros países, el ciberespacio y la información que viaja a la velocidad de la luz, pero vamos estamos satisfechos porque poco a poco, con escasos recursos marchamos adelante. Un desafía contra la ignorancia.