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Cuando en 1943, Manuel Martínez Prieto comenzó a trabajar como empacador en el Departamento de Nevera de la fábrica de caramelos aledaña al central Toledo, devino látigo ante el maltrato de los capataces. Tal actitud provocó que muy pronto los compañeros del turno número tres lo eligieran como su delegado sindical.
En 1949, ante el propósito de Manuel Aspuru San Pedro, propietario del central y de la referida fábrica, Martínez Prieto no dudó en presentarse ante Juan Manuel Márquez Rodríguez, concejal del ayuntamiento de Marianao, a pedirle su intervención para que no lo hiciera, pues de ello dependía que muchos trabajadores pudieran llevar a sus hogares el mísero salario que recibían. La gestión de Juan Manuel ante Aspuru San Pedro rindió frutos: el cierre se pospuso por un año con vistas a que los trabajadores pudieran encontrar otros empleos o ser reubicados. Martínez Prieto sólo aceptó la plaza de suplente de carretillero en el piso de azúcar cuando todos estuvieron empleados.
Por entonces, Martínez Prieto, nacido en Marianao, el 27 de marzo de 1926, tenía 23 años de edad. Esa anécdota llegó a esta periodista hace una década mediante su amigo personal y compañero de trabajo, Pío Luis Machado Martínez, quien señaló que poco después Martínez Prieto fue electo secretario general del Sindicato de Obreros Azucareros del Central Toledo e integró la dirección de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA). Acerca de su labor como tal, recordó:
«Fue un dirigente sindical honorable, honrado y sincero, que sufrió la persecución de la guardia rural. Pero esto no le impidió cumplir sus misiones como dirigente obrero: ante la imposibilidad de reunirse con los afiliados en el central lo hacía en el local del sindicato del Hipódromo, siempre con la asistencia de la inmensa mayoría, que lo seguíamos y apoyábamos.
«Entre las demandas conquistadas bajo su dirección se encuentra que las reparaciones comenzaran el primer lunes de septiembre de cada año, con el personal de plantilla, porque se estilaba que la patronal incorporaba al personal que le convenía, o el menos posible, y a veces en octubre no todos estaban trabajando».
Pío Luis indicó que Martínez Prieto libró otra gran batalla cuando los filtros de prensa de cachaza fueron a ser sustituidos por los Oliver, lo cual representaba la cesantía de 42 trabajadores. En esa oportunidad comunicó a la administración que el montaje e instalación de aquellos no comenzaría hasta tanto no se garantizara la ubicación de todo ese personal, y que de ser necesario se iría a la huelga. Y la patronal no pudo hacer otra cosa que acceder.
Esta le ofreció un cheque en blanco para que abandonara la lucha, intento denunciado por él ante los trabajadores, a quienes aseguró que «ni aquel cheque, ni todo el dinero de Auspuru era suficiente para comprarlo», apuntó Pío Luis.
Como era de esperar, el destacado dirigente de los trabajadores del Toledo hubo de enfrentar la política entreguista de Eusebio Mujal Barniol, por lo cual a partir de 1953 tuvo que dirigir el sindicato en condiciones de clandestinidad.
Afirmó Pío Luis que también sufrió varias detenciones, la primera de ellas el 3 de julio de 1955, cuando fue conducido al Buró de Investigaciones. Una vez en libertad, el 13 de agosto de ese año, declaró públicamente que con la unión que propugnaba ‘se podría combatir con éxito y con más fuerza al régimen despótico que padecemos’.
La segunda, el 10 de noviembre de 1957, por agentes del jefe de la policía, Esteban Ventura Novo. Tras su liberación, el 30 de enero de 1958, continuó su quehacer revolucionario y el 5 de marzo resultó nuevamente apresado, también por la policía, y nunca más se supo de él.
Acerca del autor
Graduada de Licenciatura en Periodismo, en 1972.
Trabajó en el Centro de Estudios de Historia Militar de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), en el desaparecido periódico Bastión, y como editora en la Casa Editorial Verde Olivo, ambos también de las FAR. Actualmente se desempeña como reportera en el periódico Trabajadores.
Ha publicado varios libros en calidad de autora y otros como coautora.
Especializada en temas de la historia de Cuba y del movimiento sindical cubano.
