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Vuelve a honrarse la prensa villaclareña. Pedro Méndez, el caricaturista insigne, y Luís Orlando Pantoja, el hombre radio, recibieron el Premio Nacional de Periodismo José Martí.
Pedro aún pinta, más allá de tropiezos o enfermedades sigue dibujando, haciendo con su pincel y ahora con su mano izquierda, trazos que siguen teniendo su sello inconfundible y que llevan implícito el más criollo humor cubano.
Pantoja sigue pidiendo la palabra y cuando hace uso de ella, en sus frases palpitan sus convicciones y la defensa a un proyecto social que también ayudó a conquistar.
Pedro desde su Melaíto querido, ese suplemento humorístico del periódico provincial Vanguardia que fundó y timoneó durante décadas, es capaz de hacer una caricatura personal excepcional, un excelente dibujo, un chiste popular y hasta la más aguda sátira política.
Pantoja, desde CMHW, esa emisora que se reconoce como la Reina Radial del Centro, es el hombre del reportaje esclarecedor, el de la noticia certera, la información exacta, la crónica sensible, el del programa radial integrador y el noticiero contundente.
Ambos, uno con el humor criollo, con la caricatura suspicaz, otras veces sublimizar, también directa y aguda, pero siembre comprometida, el otro con la palabra en ristre, la frase categórica, el efecto sonoro preciso y la música incidental que eleva el contenido, se han distinguido por la entrega incondicional.
Los dos con sus obras cotidianas que han trascendido han ayudado a forjar un periodismo que desde el centro de Cuba sobresale por la calidad y la profesionalidad. Los dos sin dudas han hecho vibrar a Martí, el periodista mayor.
