Es cierto que los trabajadores cubanos han demostrado su decisión de sumarse a la ofensiva que libra el país contra los mosquitos del género Aedes en sus centros laborales y en los barrios donde residen, pero quedan grietas donde anida el letal vector.
Así lo demuestran las inspecciones que realizan trabajadores de la Salud, vinculados a la campaña para reducir al mínimo permisible la presencia de este agente trasmisor del dengue, el chikunguya, el zika y la fiebre amarilla.
En Las Tunas, las pesquisas efectuadas del 1ro de enero al 16 de febrero de este año, develan que en 32 centros laborales de los municipios de Las Tunas, Puerto Padre, Manatí y Majibacoa hace falta una observancia más estricta de las indicaciones.
En esas unidades descubrieron en diferentes fases de su evolución natural al mosquito, resguardado en cisternas, registros, tanques bajos sin la debida protección, letrinas sanitarias, cajas de agua, pomos, entrepisos y en larvitrampas, estas últimas como recursos para la detección de su presencia.
Inquieta el hecho de que en instituciones de Salud Pública, abanderadas -por encargo social y estatal- de este combate hayan descuidado la elemental amenaza, tales son los casos del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología, los consultorios médicos de Calle Línea y 36-03, de calle 25; Banco Provincial de Sangre; la Filial Universitaria de Ciencias Tecnológicas de la Salud –antiguo politécnico-; y, el Banco Provincial de Sangre. Huelgan los comentarios.
También encontraron refugios de Aedes en organizaciones empresariales de diferentes sectores: Cultura, Educación, Agropecuario, y del Comercio y la Gastronomía; algunos en unidades que abarcan grandes extensiones de terreno a la intemperie y en otros muy pequeños. En todos hay que extremar las medidas de control vectorial.
Así pienso mientras recorro las instalaciones de la Unidad Empresarial de Base Pescatun, un centro que se extiende por más de 10 mil metros cuadros, considerado de alto riesgo por la extensión territorial y porque los procesos industriales que realizan tienen de componente esencial el agua, el hospedero ideal del mosquito.
“Nunca nos han detectado focos”, afirma categórico Adalberto Segura Leyva, especialista en gestión de la calidad, y reseña que es fruto de la vigilancia constante de todo el colectivo laboral.
“Antes el examen autofocal lo hacíamos semanalmente, pero en estos tiempos de tantas amenazas reales, el recorrido es diario y todos los jueves en la tarde cada área desarrolla un cambio de labor, dedicado al saneamiento”, sostiene Maritza Coroneaux Bravo, a cargo de la seguridad y salud del trabajo en la entidad. Entonces se puede.
RECUERDO EN LA DECADA DE LOS 60- 70 CUANDO AUN ERA NIÑO SE FUMIGABABN Y DERRAMABA PETROLEO EN LAS ALCANTARILLAS DE LAS CIUDADES, PUES LA MAYOR CANTIDAD DE AGUA ESTANCADA PROPICIA PARA LA REPRODUCCION DEL MOSQUITO SE ENCUENTRA DEBAJO DE LAS CIUDADES EN LOS SISTEMAS DE ALCANTARILLADOS, NO HACEMOS NADA CON FUMIGAR A LAS VIVIENDAS Y ESTABLECIMIEMTOS, SI LUEGO SALEN DE LAS ALCANTARILLAS LOS TEMIDOS MOSQUITOS, ESTAMOS ARANDO EN EL MAR, ADEMAS TAMBIEN POR AQUELLOS TIEMPOS EXISTIA EL DENOMONADO FLY, QUE NO ERA MAS QUE DDT, EL CUAL SE VENDIA EN LAS TIENDAS A UN PRECIO MODICO, Y CON SIMPLES Y MANUFACTURADOS EQUIPOS NUESTROS PADRES Y ABUELOS LOS APLICABAN EN LAS VIVIENDAS SIN TENER QUE ESPERAR POR LA FUMIGACION UNA VEZ A LA SEMANA Y CON MUCHAS INEFICIENCIAS EN SU APLICACIOPN, REFLEXIONEMOS SOBRE ESTO, PARA VENCER LA BATALLA CONTRA LAS ENFERMEDADES QUE SE TRANSMITEN POR LOS MOSQUITOS, HAGO LA SUGERENCIA, OJALA NO CAIGA EN OIDOS SORDOS.