Por Ramiro Domínguez Delgado, jefe del Departamento Jurídico del INDER.
Es imposible abordar este tema sin recordar que el movimiento deportivo cubano es fruto de una obra sustentada en principios que le distinguen y le han permitido mantener presencia en posiciones cimeras pese a los atentados de sus enemigos y las limitaciones económicas impuestas por el bloqueo de Estados Unidos.
En tal sentido mantiene vigencia total lo expresado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el 17 de julio del 2005: “El deporte no es en nuestra concepción un instrumento más del mercado”. Sobre esa base fue aprobada la Política de ingresos para atletas de alto rendimiento y los miembros de los equipos que participan en la Serie Nacional de Béisbol y sus reservas; y se ha venido trabajando en la implementación de un sistema de contratación en el ámbito nacional y en el exterior.
Los pasos dados desde entonces han confirmado que disponer de un régimen jurídico cada vez más sólido y especializado permitirá lograr mayor eficiencia en la concreción de los diferentes procesos, sin excluir el económico, garantizando normas que favorezcan la eficacia y ejecutividad de los derechos y las obligaciones asumidas por las partes intervinientes.
Con esa óptica se han diseñado las acciones que viene realizando el INDER de conjunto con las Asociaciones y Federaciones para consolidar el sistema de contratación de los atletas en los diferentes escenarios, y podemos calificar de positivos sus saldos, aunque todos sabemos que tenemos bastante por aprender y mejorar.
Sobre todo asumiendo que si bien es cierto que el incremento de los contratos en el exterior no va a resolver todas las insuficiencias existentes —también requerirá de mucho trabajo hacia lo interno— está demostrado que disponer de una clara estrategia de inserción progresiva en diferentes clubes y ligas internacionales resulta una vía efectiva para alcanzar objetivos bien determinados.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que subsisten realidades que atentan contra el logro de un ritmo más acelerado, porque no basta con que exista la voluntad institucional o se articule una estrategia clara y precisa de nuestro lado, sino que resulta imprescindible el interés de la parte contratante, según sus necesidades y criterios en relación con parámetros de calidad.
No obstante, urge avanzar con mayor celeridad en la elaboración del marco legal requerido para que todos los actores vinculados al proceso dispongan de los instrumentos que les permitan dominar sus principios básicos, valorando las particularidades y el compromiso permanente con el bienestar integral de nuestros competidores.
Sobre ese aspecto debemos insistir en la necesidad de que los atletas conozcan previamente el alcance de las disposiciones legales regulatorias del funcionamiento de las ligas y clubes internacionales, siendo conscientes de acápites que limitan la contratación de extranjeros, y de otras aristas como la posibilidad de disponer de ellos en momentos importantes, ser parte de su seguimiento médico y sostener vínculos que nos permitan estar al tanto de sus desempeños durante la ejecución de lo convenido.
Nos anima la convicción de que en la misma medida en que perfeccionemos los métodos y con ello la calidad de nuestro sistema de preparación, e incrementemos la inserción de los atletas de las diferentes categorías, a partir de una clara estrategia ajustada a los intereses del país y las aspiraciones de los deportistas, lograremos un marco ideal para la elevación de la maestría de estos.
Ello, sin duda, influirá en las motivaciones para superar los retos adicionales futuros y será condicionante de mejores resultados para el movimiento deportivo cubano.
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Hay que actuar con inteligencia. Las contrataciones no resolverán el problema/dilema del INDER, pero pueden minimizar el desangramiento de los equipos nacionales. Cuba es uno de los pocos países que imponen severas puniciones a atletas que quieren jugar en ligas foráneas. ¿Se imponen sanciones y que pasa? Son jugadores tan jóvenes y excepcionalmente talentosos que se pueden dar el lujo de «parar» por los dos años de la sanción y luego acertar jugosos contratos con equipos extranjeros, moraleja de la historia: nos quedamos sin la chiva y sin los 20 pesos.
Quién sufre mas?
El deportista? No, a pesar de las sanciones, al final tienen su merecido premio y reconocimiento por los años de duro trabajo y sacrificio.
Los burócratas del INDER/Federación de Voley? NOOOOO
Ellos continúan viajando a conferencias, reuniones, y competencias centro, panamericanas, del mundo y olímpicas.
Quien sufre mas somos los aficionados que solo recibimos noticias de las competencias internacionales en un párrafo con descripciones copiadas de agencias internacionales de noticias, somos los aficionados que no podemos ver el desempeño de los atletas, con campeonatos nacionales que duran 15 días.
Con la cantidad de jugadores de volley jugando en el exterior y los de la selección actual tendríamos talento para formar equipos entre los 6 mejores del mundo. Ponemos la culpa en el robo de talento? No será que estamos regalando atletas por ignorancia? ¿por que en los años 90 ninguna de las Morenas dejó el equipo? Varias razones, tenían el mejor director técnico del mundo…y mas que eso: un padre, tenían el reconocimiento y respeto que merecían….y ademas tenían la posibilidad de jugar en ligas foráneas.
Es hora que los deportistas jueguen fuera, y el INDER cobre su % como manager/agente como en el resto del mundo, y que los dirigentes dejen de lado su comportamiento megalomaníaco y de protagonismo….si quieren asumir papel protagónico que se pongan las zapatillas y shorts y entren en el tabloncillo.