Tenemos que dejar atrás los métodos tradicionales e incorporar otros más creativos a nuestro sistema de dirección, que centre la esencia del trabajo en los procesos de negociación colectiva, en la representación, en la movilización de las reservas productivas, afirmó Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, al intervenir en el balance anual del Sindicato Nacional Tabacalero.
Reafirmó que los sindicatos sí negocian, gestión que en Cuba está refrendada por el capítulo de los convenios colectivos de trabajo, en el cual se recogen acciones medulares como son los sistemas de pago, condiciones de trabajo, jornada laboral, presupuestos de la alimentación y medios de protección, entre otros.
“El sindicato tiene que ser más protagónico como resultado de su funcionamiento, de su quehacer cotidiano. Tenemos que meternos en la economía, en un sector como el tabacalero, donde no se puede permitir el incumplimiento de los planes productivos, porque los valores que se crean van al pueblo o a la exportación para generar ingresos que el país necesita”.
Manifestó que este sindicato no ha logrado soluciones positivas en el combate contra el delito y las manifestaciones de corrupción, ya que la inmensa mayoría de los hechos no se detectan por la denuncia de los trabajadores.
El centro de los debates lo ocuparon temas relacionados con la carencia de medios de protección en la fábrica de cigarrillos de Holguín, donde se ejecuta una inversión que multiplicará la producción; la calidad de las materias primas, la llegada a destiempo de las habilitaciones para vestir los habanos, así como la calidad.
Justo Luis Fuentes, presidente del Grupo Tabacuba, enfatizó en la necesidad de hacer uso de los contratos en los procesos productivos y exigir el cumplimiento de ambas partes, así como atender los problemas de los trabajadores para estimular las reservas que hay en los colectivos.