LONDRES, febrero 5.— Julian Assange instó este viernes al Reino Unido y Suecia, desde la Embajada de Ecuador en Londres, a acatar el dictamen de un comité legal de la ONU que calificó su situación como una «detención arbitraria».
«¡Qué momento dulce. Esta es una victoria innegable!», dijo Assange desde el balcón de la Embajada en una de sus muy escasas apariciones públicas en los más de tres años y medio que lleva recluido, informó AFP.
«Todo este proceso me ha endurecido y puedo encajarlo. Pero, ¿qué derecho tiene este Gobierno, o el Gobierno estadounidense, o el sueco, a negarles a mis hijos el derecho a ver a su padre?», se preguntó.
Antes, participó a través del video en una conferencia de prensa en la cual tildó de «insultante» la reacción del ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, quien tachó de «ridículo» el dictamen del Grupo de trabajo sobre detención arbitraria de la ONU.
Este comité estimó que «Julian Assange fue detenido arbitrariamente», e instó a las autoridades suecas y británicas a cesar su detención y respetar su derecho a una compensación. Pese a ello, Londres insistió en que el dictamen «no cambia nada».
Assange «nunca estuvo detenido arbitrariamente por el Reino Unido (…). De hecho, está evitando voluntariamente una detención legal al elegir permanecer en la embajada ecuatoriana», comunicó un portavoz del Foreign Office.
Philip Hammond calificó a Assange como un «fugitivo» y agregó que «la conclusión del grupo de trabajo es francamente ridícula y la rechazamos».
Suecia señaló en un texto enviado a la AFP que «no está de acuerdo» con el comité y que este «no tiene derecho (…) a interferir en un caso en curso».
Assange había ofrecido entregarse este viernes al mediodía si el fallo le era desfavorable, pero urgió a las autoridades a dejarlo salir sin importunarlo, si la ONU le daba la razón.
El periodista e informático permanece desde junio de 2012 en la Embajada ecuatoriana, cuando pidió asilo para evitar ser extraditado a Suecia, cuya Fiscalía quiere interrogarlo por una presunta violación cometida en 2010, que él niega.
En Quito, tras la difusión del comunicado, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, llamó a Reino Unido y a Suecia a permitir la libertad de Assange.
«Es tiempo de que ambos Gobiernos corrijan su error, que permitan la libertad de Julian Assange, que cesen la arbitrariedad de su detención y que además resarzan el daño provocado a este hombre», sostuvo en rueda de prensa, según AFP.
«Lo hemos dicho desde el principio, pero ahora ya no lo decimos solo nosotros. Es una evidente persecución política, queda absolutamente demostrado. Persecución política, falta de debido proceso, falta de derecho a la defensa, a la presunción de inocencia», agregó.
El australiano rehúsa regresar a Suecia por miedo a ser extraditado a Estados Unidos, donde teme venganza tras publicar en Wikileaks, en 2010, unos 500 000 documentos clasificados sobre Iraq y Afganistán, así como 250 000 comunicaciones diplomáticas que develaron secretos de la política de la Casa Blanca. (Tomado de Juventud Rebelde)