Cuba abierta a la inversión extranjera

Una información actualizada  sobre la implementación de la Ley No. 118 de Inversión Extranjera  reciben este domingo los diputados al Parlamento cubano, en la segunda jornada de sesiones de las 10 comisiones permanentes de trabajo.

Especialistas del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera también exponen el proceso de capacitación de quienes intervienen en los negocios de esta rama, ante miembros de las comisiones permanentes de Economía y Asuntos Constitucionales y Jurídicos.

La Ley No. 118 de la Inversión Extranjera fue aprobada en marzo del 2014 en sesión extraordinaria del Parlamento, con el fin de potenciar los negocios  en aquellas actividades que sean de interés para el país como una fuente de desarrollo, a tono con las proyecciones de desarrollo económico y social a corto, mediano y largo plazos.

Ello tiene que ver directamente con 11 lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba relacionados directamente con esta materia y se vincula, además, con otros 40.

Durante la reciente XXXIII Feria Internacional de La Habana, la Oficina de la Zona Especial de Desarrollo Mariel presentó de manera oficial a los ocho usuarios -inversionistas- aprobados hasta esa fecha para instalarse en dicho importante enclave.

Las compañías por el orden cronológico en que fueron aceptadas son la Terminal de Contenedores Mariel (Cuba); Richmeat (México), dedicada a la fabricación de embutidos, Profood Service (España), abastecedora de alimentos y bebidas para el sector hotelero; BDC-Log y BDC-Tec (ambas de Bélgica), la primera trabajará en el sector logístico y la segunda en el de altas tecnologías; Devox Caribe (México), fabricación de pinturas, Servicios Logísticos Mariel (Cuba) y BrasCuba Cigarrillos (Brasil/Cuba), que triplicará su inversión en la Isla. El estatus legal de todas las empresas es de Sociedades Mercantiles Cubanas, pero la inversión la realiza el país señalado entre paréntesis.

Facilidades para la inversión

En aras de facilitar su aplicación, esa norma y su legislación complementaria establecen un régimen de facilidades, garantías y seguridad jurídica al inversionista que propicia la atracción y el aprovechamiento del capital extranjero.

Como se ha informado,  la inversión extranjera en Cuba se orienta a la diversificación y ampliación de los mercados de exportación, el acceso a tecnologías de avanzada y la sustitución de importaciones, priorizando la de alimentos.

Asimismo, va dirigida a la obtención de financiamiento externo, la creación de nuevas fuentes de empleo, la captación de métodos gerenciales y al desarrollo de encadenamientos productivos, así como al cambio de la matriz energética del país mediante el aprovechamiento de fuentes renovables de energía.

Todo ello tiene su basamento en el respeto a la ley, la soberanía e independencia de la nación y el beneficio mutuo para contribuir al avance económico de la Isla.

En declaraciones recientes de Rodrigo Malmierca, ministro de comercio Exterior y de la Inversión Extranjera,  el mundo empresarial está respondiendo muy bien al esfuerzo que realiza Cuba por atraer nuevos negocios como parte de su modelo de actualización económica.

Este nuevo portafolio, dijo, ofrece 326 proyectos en 12 sectores de la economía, “y el común denominador es que todos se encuentran avalados por estudios de prefactibilidad  y están analizados para contribuir a que el inversionista foráneo pueda  contactar con las empresas cubanas que trabajan en sus áreas de operación y agilizar así la negociación de las propuestas”.